UNO en la mira

La renovación de contratos entre el sistema de escuelas públicas de Chicago y todas las escuelas chárter de UNO está bajo la lupa

Al caminar sobre la calle 47, al oeste de la ciudad, es imposible no notar la hermosa e innovadora arquitectura de una de las escuelas de Chicago. El edificio construido en el 2008 es uno de los más recientes proyectos de la red de escuelas chárter United Neighborhood Organization mejor conocida como UNO.

Incluso a través de las ventanas y paredes de cristal se veía el énfasis en la disciplina ya que los estudiantes en la cafetería almorzaban sentados, de forma ordenada. Adentro, los niños con corbata y camisas blancas; y las niñas con lazos en el cuello y zapatos negros de vestir, vestían atuendos que muchos sólo esperarían usar después de graduarse.

Las escuelas Daniel Zizumbo, Omar Torres y Héctor García están ubicadas en este edificio, cada una en un piso diferente.

Esta semana, el sistema de escuelas públicas de Chicago (CPS, por sus siglas en inglés) informó que evaluará a varias escuelas chárters, incluidas estas, para decidir si renueva o no los contratos que terminan el 30 de junio. A las que no cumplan con ciertas normas podrían no renovárseles los contratos o reducirlos, lo cual las obligaría a cerrar.

En una entrevista exclusiva con La Raza, realizada en días pasados, el presidente ejecutivo de UNO, Juan Rangel, se refirió al desempeño académico de los alumnos de las chárter, cómo se formaron estas escuelas y cómo se financian, entre otros temas.

“Hace cuatro años fuimos junto con cientos de padres a la capital del estado para conseguir fondos estrictamente para la construcción de escuelas en nuestras áreas [refriéndose a comunidades latinas]”, contó Rangel.

“Y nunca nos imaginamos que íbamos a poder sacar la cantidad que sacamos; pero siempre dicen ‘hay que pedir alto para ver qué nos cae'”, dijo Rangel explicando cómo recibieron $98 millones en fondos estatales en el 2009.

Las escuelas chárter son escuelas públicas pero administradas de forma autónoma por organizaciones privadas. Son gratuitas y su proceso de admisión es con base en la lotería y algunas tienen lista de espera. Reciben fondos públicos de CPS; pero también fondos privados, donaciones y recursos del estado y su personal docente no está sindicalizado.

El argumento principal para la construcción de este tipo de escuelas es aliviar el problema de sobrepoblación que existe en algunas escuelas de CPS.

De acuerdo con un estudio publicado en el 2009 por UNO, en aquel entonces un 41% de la población total de estudiantes de CPS eran hispanos. Para el año escolar 2008-2009, 64 escuelas primarias de CPS fueron consideradas sobrepobladas y la mayoría estaban ubicadas en comunidades latinas, según el estudio de UNO.

En ese entonces sólo 1,829 de 3,366 estudiantes matriculados en las escuelas chárter de UNO vivían en áreas donde estaban las escuelas primarias sobrepobladas. En el 2009 UNO tenía ocho escuelas.

El estudio fue publicado en abril del 2009 y fue en junio del 2009 cuando UNO celebró la obtención de los $98 millones para poder expandir su red.

“La meta de nosotros, aparte de darle opciones de calidad a los padres en términos de una educación buena para sus hijos, es aliviar la sobrepoblación en áreas hispanas”, dijo Rangel. “La comunidad hispana ha crecido mucho en los últimos 10 a 15 años pero el número de escuelas no ha aumentado”, comentó el ejecutivo.

Brenda Pérez tiene un hijo en la escuela secundaria García y dijo estar contenta de haberlo trasladado de la primaria Hurley, en West Lawn, a esta secundaria chárter.

“Fue un cambio de la noche a la mañana porque en sí mi hijo necesita ayuda especial y a ellos a veces los metían en unos closets chiquitos para darles las clases porque no había espacio; o los subían al escenario y ahí les daban la clase; cerraban la cortina pero ahí le daban la clase”, explicó Pérez.

A ella le agradan las actividades extracurriculares que ofrecen las chárters, ya que motivan a los jóvenes a estar pendientes de la economía y política desde pequeños, y también el currículo académico le parece más riguroso que en otras escuelas públicas.

Según Pérez su hijo antes obtenía puras ‘A’ y desde que está en UNO no, pero sus resultados del examen ISAT han subido. Ella cree que esto se debe a que en UNO lo han forzado a trabajar más duro.

Según un estudio publicado en el 2012 por el Illinois Policy Institute, las escuelas chárter tienen más éxito que las escuelas de vecindarios en las puntuaciones del examen ACT (American College Test).

Entre las escuelas públicas que no tienen matrícula selectiva (chárter, magneto y de vecindario), las escuelas en los primeros nueve puestos en puntaje del ACT fueron chárter en año escolar (2011-2012), según dicho estudio.

La secundaria UNO Héctor García ocupó el puesto número 15, según el estudio. Sus estudiantes lograron 18.3 puntos en la prueba de ACT, cuando el promedio de CPS es 17.7 puntos.

Rangel también destacó que la secundaria García gradúo 107 estudiantes este verano, de los cuales 105 se registraron para ir a la universidad.

“No hay ninguna razón para que las secundarias en estas comunidades tengan un 50, 52, 54 porciento de deserción escolar. Es más de la mitad de niños que dejan la escuela temprano y eso no es aceptable. No podemos dejar que eso siga porque eso contribuye al fracaso de nuestra comunidad y no nos conviene”, afirmó.

Claudia Rodríguez tiene dos niños en la escuela Zizumbo y opinó que los maestros están mucho más dedicados a los estudiantes aquí que en otras escuelas de CPS.

“Para mí fue muy buena opción traer a mis niños en estas escuelas. Veo que comparado a lo que yo viví antes, es una de las mejores opciones, mejor educación, mayor compromiso de los maestros con los estudiantes y responsabilidad de los niños”, enfatizó.

Admitió que le gusta la disciplina del plantel, el énfasis en la responsabilidad de los estudiantes, que va de llevar una corbata y tener bien puestas sus camisas, hasta la relación con los maestros.

Sin embargo, durante la huelga de maestros de Chicago, que se extendió durante 10 días del mes de septiembre, el Sindicato de Maestros de Chicago se quejó abiertamente más de una vez sobre lo que ellos alegan es favoritismo hacia las escuelas chárter.

“Así que ahora tenemos peces gordos prácticamente siendo dueños de las escuelas. Esto se trata de ser el propietario de la educación pública y convertirla en un negocio para obtener ganancias a las espaldas de los afroamericanos y latinos”, dijo Tara Stamps, maestra de la escuela Jenner Academy of the Arts, a La Raza, durante la huelga.

Incluso en julio de este año, cuando las negociaciones para renovar el contrato de maestros aún no terminaban en huelga Rangel salió al paso en defensa de su organización.

“Hay que ser claro de una vez y por todas, los estudiantes de escuelas chárter son estudiantes de escuelas públicas y no son ciudadanos de segunda clase”, enfatizó Rangel en un comunicado.

Recibe gratis todas las noticias en tu correo

Este sitio está protegido por reCAPTCHA y Google Política de privacidad y Se aplican las Condiciones de servicio.

¡Muchas gracias! Ya estás suscrito a nuestro newsletter

Más sobre este tema
Contenido Patrocinado
Enlaces patrocinados por Outbrain