Una cooperativa de amigos para sus mascotas

Trusty Amigos empezó a ofrecer el cuidado de mascotas con más de una docena de trabajadores y a la vez dueños, hoy seis de ellos dan pasos sobre un proyecto que ofrece muchas lecciones

La mexicana Guadalupe Salas dice que va “contenta al trabajo” y para que no quede ninguna duda dice con una sonrisa que disfruta tanto lo que hace que hasta se siente culpable de que le paguen por ello. Sus compañeros, Marcial y Jorge Palacios, padre e hijo mexicanos y residentes en Sunset Park, Brooklyn, también sonríen al oírla.

Los tres tienen el mismo trabajo y los tres son dueños de la misma empresa para la que trabajan, como lo son tres latinos más.

Su empresa no es una LLC o una Coro sino una cooperativa de trabajadores.

Se trata de Trusty Amigos, una de las cooperativas que ha ayudado a poner en marcha el Center for Family Life (CFL), un programa de SCO Family Services de este barrio de Brooklyn. Para Marcial Palacios, de 42 años, esta empresa de cuidado de mascotas que ofrece servicios como el de paseos de perros, le da un buen salario y “un trabajo digno”.

El potencial además es que como grupo con las Cooperativas Unidas de Sunset Park (CUSP) puedan hacerse con un seguro médico y puedan abrir un fondo de retiro.

Son posibilidades que Marcial Palacios difícilmente tendría si solo trabajara en un restaurante como ha hecho desde siempre y sigue haciéndolo hasta que la cooperativa termine de despegar y haya más flujo de trabajo para todos. Aún no es el caso porque como en todas las empresas, no hay magia ni atajos que aseguren el éxito inmediato. Muy al contrario, el lanzamiento de una empresa es un momento complicado, con muchos altibajos y elevados riesgos.

Y Trusty Amigos no es una excepción. Como cuenta Salas, se necesita mucha paciencia para echar a rodar las cosas “porque no hay resultados rápidos”.

La paciencia es una virtud pero, a veces y según el momento, también un lujo que no todo el mundo se puede permitir.

Una cooperativa de trabajadores es una empresa en la que los empleados son dueños y toman decisiones empresariales sobre dirección y gestión. Se paga por ella para correr con los gastos normales. Jorge Palacios explica que las decisiones “se toman por consenso y las ideas se ponen encima de la mesa por todos”

Cuando el Center for Family Life empezó a poner en marcha esta idea de cooperativa para cuidado de mascotas hace tres años, Marcial ya conocía la dinámica de este tipo de empresas porque su esposa trabajaba en una de limpieza. Fue él quien le pidió que no se desesperara porque ella tenía menos trabajo de lo que pensaba que iba a tener en un inicio. Confiaba en que el tiempo mejoraría la situación. “Ella me hizo un poco de caso y a la vez no”, admite.

Él mismo tuvo que hacer caso de su propio consejo.  

Como cuenta su hijo Jorge de 23 años la cooperativa echó a andar con 17 personas que luego se redujeron a 13. Todos estaban esperando trabajar desde el comienzo pero eso era difícil porque no había suficientes clientes para todos y “muchas personas necesitaban el dinero para mantener a sus familias”. “Ahora somos seis”, explica el joven Palacios “y los últimos tres entraron hace un año”.

“Cuando se fue la gente pensábamos que el proyecto no iba a ser un éxito”, admite acto seguido. Pero ni él, ni su padre ni la fundadora, Crystal Muñoz, querían tirar la toalla así como así tras dos años de trabajo.

“En el tiempo en el que éramos tres teníamos seis trabajos y a veces entraban cosas ocasionalmente. Así era difícil atraer a más gente a la cooperativa porque no sabíamos cómo íbamos a funcionar, no podíamos abrirla así como así para aceptar más miembros”, recuerda Jorge Palacios.

Con el tiempo y el trabajo, las referencias en Yelp, las de los propios clientes y la página web, la cartera de clientes se ha ido ampliando hasta tal punto que Marcial calcula que este año, quizá durante el verano, puedan aceptar más miembros en la cooperativa. “No es que no queramos más miembros inmediatamente, es que necesitamos que haya trabajo para todos”, explica. Su previsión es que el periodo de estabilización de la cooperativa se mantenga durante este año y haya crecimiento. “Crecer es cosa de largo plazo”, sentencia.

¿Empresario yo?

“No se me vino a la mente de que yo fuera empresario”, dice Guadalupe Salas, “pero lo disfruto”. “Quizá sea una barrera que nos ponemos los hispanos que pensamos que no podemos hacerlo, pero podemos”.

Entrenamiento

Las trabajadores/empresarios de Trusty Amigos han hecho un entrenamiento para caminar perros, entender mejor a los animales a los que cuidan y saber cómo acercarse a los animales para encariñarse con ellos. “Hay muchos animales que no son fáciles”, explican los socios y Marcial Palacios admite que en alguna ocasión se ha llevado algún colmillo de perro marcado en su piel.

Incubación

El Center for Family Life lleva una década incubando cooperativas de trabajadores. Juan Cuatle, de esta organización, explica que a estas empresas se les da asesoría técnica, se les ayuda con las finanzas y los libros de cuentas y los impuestos. “Cuando los miembros de la cooperativa tienen dudas se les da asesoría y se les ayuda con la red de trabajo, se les busca la manera de obtener mayor capacitación y se les brinda un lugar para las reuniones”

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