Hemos visto qué tipo de mundo ofrecen los partidos políticos instituidos. Es tiempo para un nuevo comienzo.

Poco después de las elecciones, escribí un artículo en el que señalo que, lejos de acoger a los progresistas, el Partido Demócrata los rechazaría. Lejos de resistirse a Trump, el partido le pondría el camino fácil. El artículo sentó las bases para el plan maestro de un nuevo partido progresista fundado por Bernie Sanders.

A partir de ese día, numerosas personas se me han acercado insistentemente, preguntando cómo esa idea puede volverse una realidad. Un número creciente de nosotros vio cómo los demócratas dejaban fuera a los progresistas y colaboraban con los republicanos. Activistas, académicos, artistas, delegados, voluntarios y antiguo personal de Sanders, se unieron alrededor de la idea. Esperamos a que alguien le llamara a Sanders para un nuevo movimiento partidista, hasta que un día nos percatamos de que dependía de nosotros, y en ese momento nació Draft Bernie for a People’s Party.

Durante las próximas semanas, estaremos presentando el argumento para tener un nuevo comienzo. Esperamos que se involucre en la conversación, y de ser persuadido, esperamos que se una a nosotros.

Desde la elección presidencial, ha habido un éxodo notable en el Partido Demócrata. Más de 14 millones de personas se han ido y se han convertido en independientes. Esto ha representado, desde principios de noviembre, una pérdida de cerca de 20 por ciento de los simpatizantes del partido. El número de demócratas ha llegado a un mínimo histórico. Tan bajo, que la cantidad de republicanos ahora es mucho mayor que la de demócratas en un país progresista.

A pesar del monumental esfuerzo de Bernie Sanders para atraer simpatizantes al Partido Demócrata, las personas están yéndose por millones. Los esfuerzos colectivos para reformar al partido no pueden contener la marea de gente que se está volviendo independiente, mucho menos ampliar la base del Partido Demócrata.

En un tiempo en el que los estadounidenses están abandonando en cifras récord los partidos políticos instituidos, los progresistas no deberían estar nadando en contra de la corriente populista, en un infructuoso intento de salvar al partido corporativo que creó este desorden.

Las personas están dirigiendo el camino hacia una alternativa independiente. ¿Y si en lugar de luchar contra la corriente, nadamos junto con ellos?

La historia ofrece un modelo exitoso para construir un nuevo partido en Estados Unidos. Un político popular genera una gran cantidad de seguidores en los partidos instituidos al representar a una mayoría olvidada. Después, rompe con el viejo régimen para formar un partido populista. Es así como los partidos Republicano y Demócrata fueron creados.

Si Sanders comienza un nuevo partido, comenzaríamos, por lo menos, con la mitad de la base de los demócratas.

Si Sanders comienza un nuevo partido, comenzaríamos, por lo menos, con la mitad de la base de los demócratas. Después, añadiríamos a todos los independientes, a los votantes que están en contra del sistema, a la clase trabajadora blanca, a los votantes jóvenes, a los simpatizantes de un tercer partido, a las personas que ya se han dado por vencidas con el proceso político, y a muchos conservadores que simplemente quieren una vida decente. Ahora tenemos algo mucho más grande que los partidos Demócrata y Republicano.

Pasaremos los siguientes cuatro años sentando las bases para una victoria progresista definitiva, en lugar de sólo oponernos a Trump. El partido de la gente galvaniza la más fuerte resistencia sostenida. Nos brinda un hogar revolucionario en donde podemos construir el poder político necesario para ganar en dos y en cuatro años. La campaña de Sanders nos enseñó que no es suficiente asustar a la gente para que tome una acción sostenida; también se le debe presentar una visión audaz en la cual crean y por la cual luchen.

Ha habido muchos intentos de reformar al Partido Demócrata durante las últimas décadas. Movimientos progresistas de millones no pudieron cambiar la dirección del partido o del país en un momento en el que se encontraba menos arraigado y el dinero en la política era menos penetrante.

Sabemos a dónde conduce ese camino. Incluso los candidatos más progresistas para la presidencia del Comité Nacional Demócrata (DNC) no se oponen a grandes contribuciones para campañas de los políticos del partido, provenientes de multimillonarios y súper comités de acción política (PACs). Tampoco han propuesto prohibir regalos de cabilderos o cerrar la puerta giratoria entre Washington y Wall Street. ¿Cómo podemos liberar a nuestro gobierno de la influencia de oligarcas sin siquiera desafiar sus mecanismos de control político?

Nuestro país se encontraba mucho más dividido por la esclavitud que lo que está ahora sobre el dinero presente en la política y la desigualdad. Sin embargo, los republicanos de Lincoln reemplazaron al Partido Liberal (Whig Party) en cuatro años. Si Sanders comienza un partido de la gente, representando los puntos de vista de una gran mayoría de los estadounidenses, también podemos reemplazar en cuatro años a un partido instituido.

Bernie Sanders puede seguir los pasos de Abraham Lincoln y Martin Van Buren. Ambos hombres llegaron a ser presidentes pocos años después de construir sus partidos.

La creación de los partidos Demócrata y Republicano marcó el comienzo de un período de décadas de dominio para cada uno. Al reemplazar al Partido Demócrata, nos quedaremos con un partido corporativo autoritario como única oposición. Este momento puede marcar el inicio de la era progresista del siglo XXI.

Nosotros elegimos ese futuro.

*Nicholas Braña es Fundador de la organización ‘Draft Bernie for a People’s Party’ y fue gerente de operaciones políticas de la campaña presidencial del Senador Bernie Sanders.