Conecta a tus hijos con sus raíces y cultura

Psiquiatra de niño y adolescentes dice que para ello hay que enseñarle a los menores sus raíces culturales e historia familiar

El compartir con los hijos la historia de la familia, transmitirles el idioma materno e inculcarles las costumbres culturales de los países de origen de los padres les ayuda a entender sus raíces y a formar su propia identidad.

Así lo asegura el Dr. Juan Carlos Zuberbuhler, especialista en psiquiatría de niños y adolescentes, vinculado a Kaiser Permanente West Los Ángeles.

“El compartir con los hijos la historia familiar trae beneficios tanto para ellos como para los padres”, asegura el experto.

Los niños que conocen su historia familiar de voz de sus padres tienden a ser mucho más seguros y  tener una identidad bien clara, en comparación con aquellos que desconocen sobre sus orígenes y raíces culturales.

“Transmitir la historia de uno, como padre, es un ejercicio de unidad excelente que ayudará a fortalecer la identidad cultural y el orgullo de quién se es, algo que es muy importante para el niño y el adolescente”, dice Zuberbuhler.

Y es que cuando un menor se cría con una formación clara de la identidad cultural de sus padres y de él  mismo, aprenderá no solo a valorar sus raíces sino también a respetar las diferencias culturales de los otros. Otro beneficio fundamental que se logra es la creación de unos cimientos fuertes en el desarrollo de su autoestima y seguridad en sí mismo.

“Cuando un menor sabe muy bien quién es, se crean unos cimientos muy fuertes en el desarrollo de su autoestima que no se moverán cuando se le presente, tal vez, algún caso de bullying por parte de algunos de sus compañeros de escuela o amigos de grupo”, resalta psiquiatra de niños y adolescentes.

El bilingüismo es otro de los grandes beneficios que trae el transmitir las raíces idiomáticas y culturales en los menores.

“¿Qué mejor beneficio para los hijos que el aprender el idioma de su papá o mamá [si es que estos provienen de diferentes países] para que sean personas bilingües y biculturales?”, apunta el galeno. “Esto les dará mayores oportunidades cuando sean ya todos unos adultos profesionales”.

Otro beneficio importante cuando se promueve y conserva el bilingüismo y el biculturalismo es que los niños “aprenden no solo a valorar y admirar sus raíces sino también a celebrar la diversidad”.

En cuanto a los beneficios que recaen directamente en los padres, estos se centran básicamente en la edificación de una comunicación muy íntima y sensible con sus hijos, donde los menores llegan a conocer a fondo las historias de superación de sus padres [si es que las hay] y, tras ellas, aprenden a valorar todo esfuerzo que sus progenitores hacen para que tengan una mejor vida y mayores oportunidades en su desarrollo como individuos y profesionales activos de la sociedad.

De acuerdo con el especialista, cuando un padre no se siente orgulloso de su historia e idioma materno, y le niega a los hijos la oportunidad de estar expuestos a sus raíces culturales ante la idea de querer que se asimilen con rapidez a la cultura del país donde nacieron o se están criando, se les envía indirectamente un mensaje negativo (como, por ejemplo, que se sienten avergonzados de lo que son) que puede llegar a minimizar su autoestima, convirtiéndolos así en presas fáciles para el bullying.

Actividades que forman y unen

Para compartir la historia familiar y transmitir el idioma y las tradiciones culturales, el Dr. Zuberbuhler recomienda:

  • Mantener en casa las costumbres que trajeron de sus países de origen. Los niños son como esponjas; es decir, asimilan todo con rapidez y con el hecho de hablar en casa el idioma materno no van a tener ningún problema para aprender la lengua del país donde nacieron o se crían.
  • Preparar las comidas de sus países natales y celebrar muy a conciencia las costumbres y tradiciones, aprovechando cada oportunidad para contarle a los hijos cómo sus abuelitos se vestían para el festejo o qué preparaban y hacían.
  • Compartir con los menores toda anécdota o aventura vivida durante la infancia. “A los niños les encanta escuchar de voz de los adultos las historias sobre su infancia y adolescencia, así como las anécdotas sobre ellos mismos, sus abuelos, bisabuelos, tíos, tías, primos…”, resalta el Dr. Zuberbuhler. “Toda historia familiar les ayudará a formar su identidad”.
  • Conectarse con alguna agrupación de personas de su país de origen para festejar en comunidad alguna de las tradiciones culturales.
  • Llevar al menor a toda exhibición que los museos presenten en relación a la historia, arte o cultura del país de donde uno es originario.
  • Compartir con el menor las fotos familiares de sus abuelos, bisabuelos u otros antepasados. Hoy día, con las computadoras y los teléfonos inteligentes se hace mucho más fácil tener copias de las fotos históricas de la familia ya que tan solo se le toma una foto a la foto original del foto álbum de la abuela.

    Las fotos antiguas de la familia son una excelente herramienta para contarle a los menores las anécdotas e historias de sus antepasados./Shutterstock

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