¿Qué es el asma?

En los Estados Unidos hay aproximadamente 25 millones de personas con asma comprobada; cerca de 7 millones son niños. La prevalencia en los Hispanos oscila entre el 5% y el 10%.

El asma es una enfermedad de las vías respiratorias en la que la inflamación crónica y la reactividad exagerada del árbol bronquial resultan en broncoespasmo y aumento de la producción de moco. Estas anormalidades comprometen el pasaje del aire hacia y desde los pulmones y son la raíz de los síntomas que asociamos con la enfermedad: opresión del pecho, dificultad para respirar, tos y sibilancias.

En los Estados Unidos hay aproximadamente 25 millones de personas con asma comprobada; cerca de 7 millones son niños. La prevalencia en los Hispanos oscila entre el 5% y el 10%.  Sin embargo, la presunción es que hay una cantidad considerable de individuos que sufren de asma pero no han sido diagnosticados, sea por falta de conocimiento o de atención médica.

¿Cuál es la causa del asma?

Existen muchos tipos distintos de asma y se presume que no hay una causa común. El  estilo de vida y el medio ambiente juegan un papel principal tanto en el desarrollo de la enfermedad como en su severidad. Factores desencadenante del asma incuye las infecciones respiratorias, las alergias y la contaminación ambiental. La actividad física tambien puede precipitar los síntomas . La obesidad es un factor importante que aumenta la morbilidad del asma.

¿Cuáles son los síntomas del asma?

Si bien pueden variar de persona a persona, los síntomas más comunes del asma son la tos persistente y la opresión en el pecho que causa dificultad para respirar. Muchos pacientes sienten un chillido en el pecho, un sonido que los médicos reconocen como sibilancias. En algunos casos, una tos nocturna que despierta al paciente en el medio de la noche es la única manifestación de asma.

El asma, ¿es curable?

La presunción es que el asma no se cura definitivamente pero es una enfermedad muy tratable. El tipo de tratamiento varía según la edad del paciente y  la severidad y la frecuencia de los síntomas. Existen dos tipos de medicamentos para el asma : las medicinas de alivio rápido, y las medicinas de control. Las medicinas de alivio rápido actúan inmediatamente relajando los músculos que rodean las vías respiratorias para que dejen pasar el aire. Las medicinas de control disminuyen la inflamación de los bronquios a largo plazo y se indican para prevenir o disminuir la frecuencia de los síntomas.

Tan importante como tomar los medicamentos es evitar o minimizar la exposición a los factores que desencadenan los síntomas, con la excepción del ejercicio. Una actividad física regular puede ayudar a incrementar la capacidad respiratoria y disminuir el riesgo de obesidad.

Controlar las alergias es esencial ya que en las personas que afectadas por esta condición, el acaro del polvo, las cucarachas, el pelaje de los animales, el moho y el polen entre otros pueden provocar una crisis asmática. Irritantes como el humo del cigarrillo, los perfumes y  sustancias químicas en los productos de uso casero así como la contaminación ambiental son otros factores que se asocian con empeoramiento en el control del asma.

¿Cómo se puede evitar el asma?

Por el momento, no se sabe si se puede evitar el asma pero lo que en general se puede evitar son las complicaciones más severas de la enfermedad. En los Estados Unidos más de 3,000 personas mueren de asma cada año, una estadística lamentable porque se presume que una proporción considerable de estas fatalidades pudieran haber sido evitadas. En algunos casos, la causa es la falta de acceso a servicios médicos y a un diagnóstico adecuado;  en otros, es el paciente que hace caso omiso a sus síntomas y no sigue las recomendaciones médicas. Esto es particularmente frecuente en los adolescentes y los adultos jóvenes.

Asma : Puntos para recordar

El asma es un padecimiento muy común que afecta a personas de cualquier edad y origen étnico. Es una enfermedad crónica, que no se cura pero que es muy tratable. El objetivo del tratamiento es mantener a la enfermedad bajo control de manera tal que el paciente asmático pueda llevar una vida totalmente normal, sin perder días de trabajo, actividades físicas  o faltar a la escuela. Que el paciente casi “ni se acuerde” que padece de asma.

Un aspecto muy importante en el control del asma es la participación activa del paciente en su tratamiento. Las personas con asma deben conocer su enfermedad y sus riesgos, familiarizarse con los medicamentos y su modo de acción y tener un plan de acción para el manejo de las crisis. La comunicación fluida con su médico de cabecera es esencial.

María I García Lloret, MD

Division of Pediatric Allergy/Immunology and Rheumatology

Department of Pediatrics

UCLA School of Medicine

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