Llega Alberto Vázquez con todos sus éxitos a Chicago

Alberto Vázquez.

Alberto Vázquez. Crédito: Getty Images

El cantante Alberto Vázquez, un gran ídolo desde la época de los años 60 en la cual el Rock and Roll era lo que movía los corazones de todo un público y donde compartía el reinado con artistas de la talla de Angélica María, César Costa, Enrique Guzmán, entre otros, siendo los antes mencionados sus actuales compañeros de escenario en la gira artística ‘Juntos por última vez’ que se llevará a cabo por todas la Unión Americana y siendo Chicago la primer cede ya que se engalanará este sábado 17 de noviembre cuando se presenten en el Rosemont Theatre.

Referente a la gira nos dijo: “Estoy muy contento. En primera, hace tiempo no voy a Chicago; yo era una persona que iba muy seguido para allá, hice muchos teatros en esa ciudad, y ahora que después de muchos años vuelvo a Chicago y me da mucho gusto poder ver al público que siempre ha sido muy lindo conmigo”. Al preguntar si recordaba la última vez que visitó la ciudad de los vientos nos respondió “¡huy!… ya llovió… no me acuerdo, creo que fue por los 80 o 90”.

Tratando de probar su preparación psicológica para estar aquí en época de frío, nos respondió: “He estado allá en todas las temporadas, pero el invierno es ‘una mentada de madre’ (continuado por una risa a carcajadas)… el invierno está ‘cabresto’ allá; es lo que estaba yo  pensando… me da miedo que allá son muy locos para la calefacción, y los hoteles, los taxistas le suben a todo lo que da porque hace un frío tremendo, y luego sale uno del caliente al frío y es lo que le da a uno en la torre.” También nos contó que cuando venía de visita a Chicago en tiempo de invierno, como la calefacción en el hotel estaba muy caliente, “yo dormía con la ventana abierta para que me entrara el frío porque en el cuarto estaba que me asaba”. Además nos contó una anécdota que le ocurrió en Nueva York: “Recuerdo que iba en un taxi, el chofer traía un turbante en la cabeza, supongo que era árabe o hindú, y llevaba la calefacción como para pelar pollos y le dije, ‘oiga, ¿está usted tocado o qué?… bájele a la calefacción, el muy canijo se detuvo y me bajó a mí a media calle; por suerte venía otro taxi y me subí enseguida”.

Recordando sus inicios nos comentó que él inició como todos, cantando en bares: “yo inicié como todos, inicié cantando en todos lados, me metía a bares y les pedía que me dejaran cantar; en fiestas; el día de las madres todos mis amigos me decían ‘vamos a llevarle serenata a las madres, me decían ‘Coco’, tú que cantas les vas a cantar’, era otro mundo. Pero así empecé hasta que me contrataron en un bar, no me pagaban pero me daban la cena, y yo cantaba, pues era como un trío, los clientes me pedían lo que querían que cantara y yo les complacía y ellos me ponían un dinerito en el saco, propina y de ahí yo juntaba un dinerito, así fue como empecé”. En cuanto a cómo llegó al estrellato nos dijo: “Comencé a trabajar en lugares más concurridos, por ejemplo, ‘El Cadillac’, otro que se llamaba ‘El Afro’ del señor Agustín Barrios Gómez, un gran periodista y allí me vio el señor Guillermo Acosta, que era el director artístico en aquel entonces de Discos Mozart y me dijo que si quisiera yo grabar y le dije que sí; empezamos a grabar y así empezó la carrera”.

Alberto Vázquez recuerda muy bien que al público de Chicago le gustaba de su música ranchera, temas como “El pecador”, “Significas todo para mí”, “Chatita”, “Cocula”, Ay Jalisco no te rajes”, entre muchas otras, “ahora vengo con otro concepto, con las baladas de cuando empezamos con la música de Rock and Roll”.  Y de sus canciones, Vázquez nos comentó “la canción ‘Al modo mío’ es la que más se ajusta a mí vida”.

Al comentarle lo que Enrique Guzmán nos dijo sobre su “rivalidad” en el escenario, Alberto de forma interrumpida nos dijo: “No puede haber rivalidad… yo sí canto, no hay rivalidad, ¿de qué hablan?” (entre risas). Ante las declaraciones de Guzmán de que Alberto está muy al pendiente de su salud y de que es muy cariñoso con él, Vázquez nos respondió: “lo cortés no quita lo valiente. Yo pienso que cuando una persona está enferma, es cuando se ve el verdadero ser humano que es; yo pienso que es obligación de todos nosotros ver por nuestros semejantes y compañeros del mismo oficio y desde luego que yo he hablado cuando él [Enrique] está enfermo o cuando esta mala su señora también hablo”. Sobre las diferencias entre ambos nos dijo: “Yo bailo al son que me toquen, y si a mí me dice algo yo le contesto, no soy de los que me quedo calladito, pero siempre he sido una persona que no me gusta pelear, que no me gusta andar de bocón y lo único que hago es responder cuando los demás lo hacen y eso está más que visto en todos los medios o cualquier periódico viejo, el que ha sido más bocón ha sido él pero claro que yo lo respeto porque tiene canciones muy bonitas y porque fue un grande, ¡porque es un grande de nuestra época!; pero en la vida normal, si se porta mal conmigo yo tampoco me dejo. No somos grandes amigos tampoco pero si nos respetamos porque es muy importante”, concluyó citando la frase de Benito Juárez, “El respeto al derecho ajeno es la paz”.

De su estado de salud nos comentó lo siguiente: “Yo estoy bien. Ahorita estoy en la Ciudad de México, aquí estamos dos mil y pico metros de altura, desgraciadamente en lo que haces la vida te pasa factura, yo fumé como ‘chacuaco’ y ahora tengo una mugre que se llama EPOC, que es una ‘enfermedad pulmonar obstructiva crónica’, así que en la altura, la presión me da en la torre pues no agarro mucho aire porque mi pulmón no me lo permite, entonces hago trabajar más a mi corazón pero con oxígeno lo contrarresto. Y estando en un lugar bajo es más fácil para mí estar, pero desde luego yo puedo vivir así hasta los cien años”.

En cuanto a su retiro nos dijo: “Bueno, algún día me tengo que retirar. Ya cuando me vea decrépito como alguien que yo conozco [Enrique] (entre risas), entonces me tendré que retirar porque dar pena yo, tampoco. Yo me veo muy bien todavía, soy una persona que no es tonta, hay espejos y el día que yo me vea mal, ese día no quiero ni que me vean”.

Para despedirse aprovechó para enviar una invitación dirigida su público de la ciudad de los vientos: “Toda mi gente linda de Chicago donde he vivido muchas cosas bonitas les invito que nos acompañen y que nos escuchen cantar a todos el sábado 17 de noviembre, espero que allá nos veamos”.

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