De Chicago a la Copa Libertadores

Con todos sus ahorros en la cartera y un boleto del estadio Monumental, David Villacis partió de Chicago el 22 de noviembre para presenciar en primera fila la súper final Boca Juniors-River Plate en Argentina.

Pero no se pudo. Fanáticos del River Plate atacaron el autobús del Boca y la final se tuvo que jugar en Madrid, España. “Justamente cuando pasaron los incidentes estábamos por la entrada de Belgrano, y ya dentro del estadio la gente empezaba a murmurar que había incidentes con el club de Boca”, recordó Villacis un día después de ver la súper final por televisión.

David recuerda que los jugadores de Boca saltaron a la cancha “y pensamos que iban a calentar pero desaparecen por un túnel para ir por un bus al otro lado, y entonces todo el mundo escuchó por radio que el partido se cancelaba”.

Al día siguiente, domingo 25 de noviembre, les avisaron que el juego estaba cancelado definitivamente. “Muy enojado, pero qué se puede hacer, uno planeó para el partido y aunque uno se paseó por otra ciudad, otro país y todo eso, tú lo que quieres es ver el Clásico”, se lamentó Villacis.

Como es conocido, la final se jugó en Madrid con triunfo para el River Plate. “Pero no fue lo mismo porque el ambiente en Argentina era distinto, y aunque se hicieron la celebraciones en el Obelisco no eran como yo vi que tenían preparado”, aseguró.

El viaje no fue en vano, pues David obtuvo la acreditación como hincha del Boca Juniors. “Soy socio adherente del exterior y eso me da ciertos beneficios para comprar entradas”, dijo satisfecho.

“Fui a la Bombonera, sí valió la pena, tan enojado tampoco me vine”, concluyó Villacis, cuyos abuelos son de Argentina y su mamá de Ecuador.