Sindicato de Maestros de Chicago presiona para no volver a clases presenciales

Este sábado se vota una resolución que avalaría no dar clases presenciales para continuar solo con instrucción en línea hasta lograr un acuerdo con CPS sobre medidas de seguridad contra el covid-19

Maestros de Chicago dan clases en línea afuera de las escuelas para exigir que no se regrese a las clases presenciales hasta que no haya con CPS un acuerdo de seguridad contra el covid-19 en los planteles. (Facebook/CTU)

Maestros de Chicago dan clases en línea afuera de las escuelas para exigir que no se regrese a las clases presenciales hasta que no haya con CPS un acuerdo de seguridad contra el covid-19 en los planteles. (Facebook/CTU) Crédito: Cortesía

El Sindicato de Maestros de Chicago (CTU) se opone a un regreso a las clases presenciales por el riesgo de contagio de covid-19 y han propuesto en reiteradas oportunidades continuar las clases de manera remota. Pero funcionarios de las Escuelas Públicas de Chicago (CPS) afirman que se han tomado todas las medidas necesarias para prevenir contagios entre alumnos y maestros y se plantea un amplio retorno a clases presenciales en febrero.

CPS tiene previsto que miles de maestros se presenten a las aulas el próximo lunes, para prepararse para el regreso de decenas de miles de estudiantes a las aulas para tomar clases presenciales el próximo el 1 de febrero.

Las clases presenciales en Pre-K y educación especial recomenzaron ya a principios de enero.

CTU tenía planeado convocar una reunión de sus 700 miembros de la Cámara de Delegados el pasado miércoles  para discutir la posibilidad de una huelga o de  otras medidas colectivas.

Para autorizar una huelga bajo la ley estatal, se requiere que las tres cuartas partes de los miembros del Sindicato de Maestros de Chicago voten a favor de la misma.

Lo  que la reunión de CTU decidió, con apoyo del 84% de los delegados, fue poner a voto de todos sus miembros una resolución que, de aprobarse por mayoría, implica que los maestros no se presentarán a trabajar a clases presenciales, pero sí impartir clases remotas, hasta que se dé un acuerdo con CPS sobre medidas y protocolos de salud y seguridad ante el covid-19.

Eso ha sido intepretado por algunos como una huelga de facto, aunque en estricto sentido los maestros no se han negado a impartir clases remotas, que es la forma como se ha impartido todo el presente año escolar 2020-2021  y la parte final del 2019-2020.

La votación de los maestros tendrá lugar este sábado 23 de enero.

La directora ejecutiva de CPS, Janice Jackson, dijo que hay interés por parte del distrito en llegar a un acuerdo con el sindicato sobre la reapertura a clases.

Los maestros continúan presionando para que se llegue a ese acuerdo sobre un plan seguro de reapertura para el distrito escolar y CPS asegura que ha tomado las medidas necesarias para evitar la transmisión del coronavirus entre maestros y estudiantes en el salón de clase.

Gran parte de los maestros y personal de apoyo se ha reportado a los edificios escolares desde que comenzó la reapertura gradual, indicó el distrito escolar, pero también dijo que aquellos que no se presenten como se requiere no recibirán pago.

Lo que se resuelva este sábado será clave al respecto.

Maestros que no se presentaron a clases presenciales por temor a contagiarse de covid-19 dictaron clases remotas como protesta fuera del Velma Thomas Early Childhood Center en McKinley Park. (Cortesía del Concilio Vecinal de Brighton Park)

‘Mejorar el aprendizaje remoto’

Los maestros quieren enseñar, pero temen contraer el covid-19 al entrar a un plantel inseguro, dice Jazmín Cerda, organizadora del programa de Padres Mentores del Concilio Vecinal de Brighton Park (BPNC).

La mayoría de padres con los que se reúne Cerda apoya el no retorno a las clases presenciales mientras no se brinde un lugar seguro para los estudiantes. “En vez de estar abriendo escuelas, CPS tiene que invertir en mejorar el aprendizaje remoto y dar los recursos necesarios a las familias”.

Algunos padres que han optado por enviar a sus hijos a las clases en persona lo hacen por necesidad, ante la dificultad que se les está presentando a muchos estudiantes, especialmente a los que reciben educación especial, explicó Cerda a La Raza. “No hay recursos especiales para aquellos padres que necesitan un poco más de apoyo”.

Mayra Sarabia, coordinadora del programa de Padres Mentores del Proyecto Organizador del Suroeste (SWOP), dijo que la principal preocupación es la seguridad de la salud de todos. “Ese es el denominador común de los padres apoyando a los maestros”.

Algunos padres consideran que con el retorno a clases en persona se solucionará el problema del cuidado de sus hijos, ya que ellos tienen que trabajar.

Para Sarabia, el problema es que el distrito no está siendo transparente con los padres de familia, “explicándoles cómo es que va a funcionar exactamente el programa híbrido, porque los padres inicialmente pensaron que eso solucionaba sus problemas de cuidado de niños. Pero el programa híbrido consiste en asistir presencialmente sólo dos días a la semana y los demás días es virtual”, explicó.

Los sacaron de los salones virtuales

A maestros que se negaron a regresar a los planteles por temor al coronavirus se les informó que estaban excluidos de sus cuentas de CPS Google Classroom y que no recibirán pago. Es el caso de María Xoy, de 24 años, asistente de maestra de la escuela primaria Volta en el barrio de Albany Park, en el noroeste de Chicago.

Xoy tenía que presentarse a dar clases en persona el 4 de enero. Ella y otros maestros y asistentes de maestros no asistieron a las aulas sino que trabajaron dando clases de manera virtual.  “Todos como equipo optamos por no entrar a los salones en persona, porque queríamos ejercer nuestro derecho de no trabajar en un lugar que nosotros no consideramos seguro”. Pero el 12 de enero ya no tuvieron acceso a  sus cuentas de CPS Google Classroom ni a su correo electrónico  y por ende no pudieron ya dar clases en línea.

“Es imposible cuidar a un niño a seis pies de distancia [la distancia social necesaria ante la pandemia], niños de cuatro años requieren de mucho cuidado, ellos no tienen la capacidad de limpiarse una herida, de ponerse una venda, necesitan la ayuda de un adulto, es imposible cuidarlos de una distancia de seis pies”, añadió Xoy.

Las clases en persona para los estudiantes de los grados K hasta octavo grado iniciarán el próximo 1 de febrero, pero los padres pueden elegir que sus hijos continúen en educación remota.

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