El día en que hasta la Estatua de la Libertad lloró de vergüenza

“Cualquier persona que pueda hacerte creer cosas absurdas puede hacerte cometer atrocidades”, citó Raskin a Voltaire.

La Estatua de la Libertad en Nueva York.

La Estatua de la Libertad en Nueva York. Crédito: Getty Images

El día que el Senado del país absolvió al expresidente Donald Trump de incitar a la insurrección por un voto de 57 a favor y 43 en contra, de seguro la Estatua de la Libertad vertió algunas lágrimas, pero de vergüenza por la cobardía de los republicanos.

Solo siete de ellos, de este partido que presume apoyar a la ley y el orden, votaron con los demócratas en su intento de hacer a Trump responsable de los eventos del 6 de enero cuando una multitud invadió y profanó el Capitolio.

Además de los daños materiales y las amenazas a los políticos ese día, cuando intentaban certificar los votos del Colegio Electoral, cinco personas perdieron la vida y luego dos policías más se suicidaron.

En una defensa absurda, los abogados de Trump mostraron un video en donde ellos compararon a los políticos demócratas con Trump usando la palabra pelear, fight en inglés, algo totalmente fuera de contexto.

Los miembros de la Cámara de Representantes que manejaron el juicio contra Trump hicieron una excelente labor, en particular los congresistas Jamie Raskin y Joaquín Castro.

Trump nunca, dijeron Raskin y Castro, quiso criticar a los supremacistas blancos y subió un video a Twitter cuando los apoyadores suyos casi volcaron un autobús de la campaña de Biden en Texas.

Ambos mostraron que Trump pasó meses creando y repitiendo la Gran Mentira, primero que la elección se la robarían y luego, ya que perdió, que había sido un fraude y que él, Trump, había ganado por una abrumadora cantidad de votos.

El día 6 de enero Trump dijo a sus seguidores que si no luchaban ya no tendrían un país. Así que marcharon al Capitolio y lo invadieron, quebrando ventanas y golpeando a policías y guardias para incursionar a este recinto que es el símbolo de la democracia del país.

Pero ni aun así, a pesar de la evidencia, los senadores Republicanos pudieron encontrar valor, salvo siete de ellos, y le dieron un pase a Trump, quien de inmediato se vanaglorió y anunció “Nuestro histórico, patriótico y hermoso movimiento para hacer que Estados Unidos vuelva a ser grande otra vez acaba de comenzar. En los meses venideros tengo mucho que compartir con ustedes”.

La presidenta de la Cámara de Representantes Nancy Pelosi, se burló de los senadores republicanos por no tener el valor de defender los valores de la democracia y caer rendidos ante Trump por miedo a que su base los ataque y ellos pierdan sus escaños en el Senado.

“Nosotros censuramos a la gente por usar papel membretado para propósitos equivocados”, dijo Pelosi, “pero no censuramos a la gente por incitar a una insurrección que mata a gente en el Capitolio”.

El representante Raskin, del octavo distrito de Maryland, fue elocuente al citar al filósofo francés Voltaire al cerrar sus argumentos, implorando a los republicanos declarar culpable a Trump, el único presidente enjuiciado dos veces.

“Cualquier persona que pueda hacerte creer cosas absurdas puede hacerte cometer atrocidades”, citó Raskin a Voltaire.

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