Acciones y testimonios de la comunidad latina de Chicago a un año de la pandemia de covid-19

Tras un año de confinamiento, restricciones, dolor y desempleo, terapistas aseguran que no hay que descuidar la salud mental, que también ha sido impactada

Un paciente recibe una vacuna contra el covid-19.

Un paciente recibe una vacuna contra el covid-19. Crédito: Getty Images

En los primeros momentos de la pandemia de covid-19, algo nunca antes visto y que muchos habitantes de Chicago seguro recuerdan, había largas filas en los supermercados para comprar papel higiénico, desinfectante de manos y víveres no perecederos. Las tortillas se acababan en un abrir y cerrar de ojos.

Cuando funcionarios de salud recomendaron el uso de mascarillas para prevenir contagios, los tapabocas escasearon, lo que motivó a que más una persona empezara a elaborarlos y venderlos o donarlos para cubrir la demanda y evitar la propagación del coronavirus.

Nadie se imaginó que un virus identificado por primera vez en Wuhan, China traspasaría fronteras al punto de convertirse en una pandemia que hasta ahora mantiene en vilo al mundo entero. China informó a la Organización Mundial de la Salud sobre la identificación del coronavirus SARS-CoV-2 el 31 de diciembre de 2019.

Cuando Estados Unidos reportó su primer caso el 21 de enero en el estado de Washington se encendieron las alarmas: el coronavirus estaba en casa y cobrando la vida de sus primeras víctimas.

El gobernador de Illinois JB Pritzker anunció el 16 de marzo la primera muerte por coronavirus en ese estado. Se trataba de Patricia Frieson, una enfermera jubilada afroamericana del barrio de Gresham, en el sur de Chicago.

Frieson, de 61 años, con antecedentes de problemas respiratorios tuvo contacto con otra persona que había sido contaminada del coronavirus, dijeron las autoridades. La mujer murió en el Centro Médico de la Universidad de Chicago convirtiéndose en la primera muerte del estado relacionada con la pandemia.

El gobernador de Illinois J.B. Pritzker emitió la orden de permanecer en casa, efectiva a partir del 21 de marzo de 2020, para los residentes de todo el estado y canceló esa orden el pasado 29 de mayo reabriendo por fases la actividad económica.

La alcaldesa de Chicago, Lori Lightfoot, estableció cinco fases para reabrir la economía de la ciudad durante la pandemia de covid- 19.

Chicago continúa librando la batalla contra el coronavirus propagado en diferentes vecindarios siendo los afroamericanos y latinos los más vulnerables en esta pandemia.

La ciudad administró las primeras cinco dosis de vacunas contra el coronavirus a trabajadores de la salud de primera línea el 15 de diciembre, siendo la doctora Marina Del Ríos la primera en recibirla.

El Departamento de Salud Pública de Chicago ha establecido fases para la administración de la vacuna. Actualmente Chicago está en la Fase 1B que incluye trabajadores esenciales de primera línea y personas mayores de 65 años o más, empleados de atención médica así como también personal y residentes de centros de atención a largo plazo que fueron elegibles en la Fase 1A.

Se tiene previsto que la ciudad pase a la Fase 1C el 29 de marzo, la cual incluye personas de 65 años o más, personas mayores de 16 años residentes con afecciones médicas subyacentes y otros trabajadores esenciales.

Rossy Guerra y su esposo Josué Cárdenas. Ella se vacunó contra el coronavirus un día después de que él falleció a causa del covid-19. (Belhú Sanabria / La Raza)

No hay que bajar la guardia

Rossy Guerra recuerda que mientras le administraban la primera dosis de la vacuna contra el coronavirus, el martes 23 de febrero al medio día, no pudo contener el llanto: un día antes a la misma hora, su esposo falleció, perdiendo la batalla contra el covid-19.

Después de estar entubado y luchando por su vida un mes en el hospital, Josué Cárdenas, de 47 años, murió a causa del covid-19.

Guerra y Cárdenas emigraron de Monterrey, México, a Estados Unidos para establecerse en el barrio de La Villita en Chicago. Ambos abrieron su negocio Taquizas y Banquetes El Siete, en el barrio de Brighton Park, en el sur de la ciudad.

“Una tarde mi esposo me dijo que ya no podía respirar, lo llevé al hospital, los doctores dijeron que salió positivo al covid-19. Se quedó internado un mes. El coronavirus arrasó con todos sus órganos, le comenzaron a fallar los pulmones, los riñones, el páncreas, lo destruyó completamente, fue rápido”, cuenta Guerra a La Raza.

Tanto a Rossy Guerra como a su hija Caroline Cárdenas, de 10 años, no les dio el coronavirus, sólo a Josué, quien no tenía ninguna enfermedad preexistente. “No hay que bajar la guardia, el coronavirus está más latente que nunca, aunque tengas la vacuna no debes bajar la guardia. Me da mucha tristeza ver y escuchar a muchas personas que tienen la oportunidad de vacunarse y no quieren o todavía lo están pensando. Esto es algo de vida o muerte”, dijo Guerra.

Impacto en la salud mental

Aparte de vacunarse contra el coronavirus, terapistas señalan que hay que sanar las secuelas emocionales que hasta ahora sigue dejando la pandemia, ya sea por el largo tiempo de encierro, el haber perdido su empleo, la tensión de contagiarse del covid-19 en el trabajo y afrontar la pérdida de un familiar a causa del virus. Tras haber lidiado con la pandemia durante un año, aseguran que no hay que descuidar la salud mental que también ha sido impactada.

Según Arturo Carrillo, director de Salud y Prevención de Violencia del Concilio Vecinal de Brighton Park y organizador para la Asociación Colaborativa de Bienestar Comunitario, la pandemia ha sido difícil para todos, el estrés, la ansiedad y la depresión ha aumentado bastante a raíz de la pandemia.

La gente ha quedado con mucha ansiedad y el impacto de la ansiedad, no es algo que se elimina de un día para otro, destaca Carrillo, quien ha visto mucho más necesidad de apoyo durante la pandemia.

Arturo Carillo dijo a La Raza que la salud mental de los jóvenes, al no haber regresado a clases presenciales todo el año, también ha sido impactada. “El apoyo familiar, el poder conectarse con la familia, el poder darse el espacio para convivir de nuevo, va a ser un cambio que todo el mundo está esperando, pero también estamos pidiendo a la gente que tome precauciones”.

Tras un año de estar con tensión por la pandemia, a cualquier persona le puede impactar su salud mental, por lo que Carrillo recomienda que la gente que necesita ayuda la busque.

Carrilló citó una encuesta para evaluar las necesidades de salud mental y las barreras de acceso a servicios realizada por la Colaborativa de Bienestar Comunitario a al menos 400 personas en la ciudad de Chicago entre el 26 de agosto de 2020 y el 3 de marzo de 2021.

“Los hallazgos indicaron que el 63% de la gente estaba con un índice de ansiedad alta y más de la mitad de los participantes de la encuesta mostraron síntomas de depresión. El 94% de la gente que participó en esta encuesta estaba buscando y necesitando servicios de salud mental. Mientras que el 90% indicó que se hubiera beneficiado y que quisiera participar en terapia en una de las clínicas públicas que existen en la ciudad…, lo que nos dimos cuenta es que el 74% no sabía que estas clínicas existen”, destacó Carrillo a La Raza. “La gente pasó toda la pandemia del coronavirus sin saber de los recursos que existían para que recibir terapia gratis a través de servicios por teléfono o a través de video o cuando más lo necesitaba”.

Ayuda a los connacionales

El cónsul de Protección y Asuntos Jurídicos del Consulado General de México en Chicago, Javier Maupomé, dijo que durante la pandemia de covid-19 ha habido un aumento en la cuestión de solicitudes en materia de asistencia económica.

Y esto se debe a que la comunidad mexicana ha sufrido los impactos de la pandemia de manera muy desproporcionada en comparación a otras comunidades. “La razón es justamente porque la comunidad mexicana forma parte en su gran mayoría de este sector esencial, no dejó de trabajar nunca. Estaban en los supermercados, en las plantas de procesamiento de comida y efectivamente hubo contagio [en los trabajadores], después en sus propias familias se esparció el virus y fue lo que pudimos ver contagios y fallecimientos”.

En medio de la pandemia fue todo un reto continuar brindando apoyo para la documentación que se necesita para poder repatriar los restos, dijo el cónsul Maupomé en entrevista con La Raza. “Esto fue un reto porque las oficinas del gobierno de Estados Unidos, tanto estatales como del condado que son fundamentales para este trámite, estaban cerradas. Entonces los trámites fueron un poco más lentos”.

Maupomé explicó que se hizo una gestión adicional desde el principio de la pandemia en coordinación con los estados de la República Mexicana para que pudieran repatriar los cuerpos de las personas que habían fallecido por covid-19. “No todos los estados de la república aceptan cuerpos con covid, en algunos estados tiene que ser con cenizas”.

“En cuanto al traslado de restos y cenizas, al apoyar económicamente a las familias de las personas que perdieron a algún ser querido en estas circunstancias también se brindó ayuda desde que inició la pandemia, durante todo el año pasado y continuamos otorgando este tipo de apoyo para las personas que perdieron un ser querido a causa de la pandemia”, señaló Maupomé.

Desde que inició la pandemia d en marzo 2020 hasta ahora, en el Consulado General de México en Chicago se han realizado 1,118 visados para el traslado de restos, los cuales pudieron haber sido por covid-19 u otras causas, destacó Maupomé a La Raza.

Maupomé señaló que esa cifra representa un incremento del 42% en el número de esos visados con respecto al mismo periodo en el año anterior.

El Consulado General de México en Chicago dijo tener conocimiento del fallecimiento de al menos 518 personas de nacionalidad mexicana debido al coronavirus desde que inició la emergencia sanitaria hasta ahora.

Esta sede consular y su ventanilla de salud han ofrecido pruebas de covid-19 en distintos eventos realizados dentro y fuera del consulado mexicano, en colaboración con CORE, Universidad de Illinois en Chicago (UIC), CALOR, TRICAMEX, la Coalición Latinx contra el covid-19, la comisionada Alma Anaya, Casa Jalisco y Rincón Family Services, por mencionar algunos.

El Consulado General de México en Chicago actualmente está colaborando con UIC para ofrecer en esa sede consular pruebas de saliva para detectar el coronavirus como parte de un estudio. Y también ha repartido despensas para connacionales en colaboración con el Chicago Food Depository. Ahora están enfocando sus esfuerzos en difundir la importancia de la vacuna.

El Consulado General de México en Chicago desde el inicio de la pandemia se ha mantenido en comunicación con sus connacionales a través de redes sociales y hasta antes de volver a reabrir sus puertas al público estaba atendiendo casos de extrema emergencia. Actualmente están abiertos de lunes a viernes de 8 am a 8 pm y sábados y domingos de 8 am a 4pm.

La cobertura editorial de La Raza es posible en parte gracias al Chicago Community Trust, la Field Foundation of Illinois y el Lenfest Institute for Journalism/Facebook Journalism Project. Agradecemos su apoyo a nuestro trabajo periodístico.

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