Inmigración: Más allá de las marchas
Se cumplió otro aniversario de aquella primera magna marcha pro inmigrantes. Cientos se dieron cita para marchar al centro de Chicago demandando en esta ocasión un alto a las deportaciones y –una vez más– una reforma inmigratoria.
En este espacio, hemos abogado por que el gobierno del presidente Barack Obama ordene una moratoria a la deportación de miles mientras se discute en el Congreso una iniciativa para reformar un sistema obsoleto. Sin embargo, es urgente que las organizaciones pro inmigrantes y sus aliados se enfoquen en estrategias para convencer a congresistas de ambos partidos de que aprueben una reforma.
Se debe pasar del activismo a la acción política. Basta recordar que el fracaso de la iniciativa del Dream Act ocurrió en la Cámara de Representantes tras ser aprobada en el Senado. La iniciativa bipartidista para reformar el sistema inmigratorio enfrentará gran oposición precisamente en la Cámara de Representes donde un grupo de republicanos se viene oponiendo a cualquier medida que tenga que ver con Obama.
Las marchas no van a convencer a los republicanos. Es necesario recurrir a la presión política directa a través del cabildeo. Los grupos pro inmigrantes deben presentar argumentos válidos más allá de las consignas.
No sólo para tratar de convencer a los legisladores, sino a un segmento más amplio de votantes que a su vez ejerza presión sobre sus representantes.
El cabildeo es un instrumento de presión política. No tan visible ni tan dramático como las marchas, pero puede ser más efectivo. Por ejemplo, inundar los conmutadores de los legisladores con llamadas de habitantes de sus distritos en favor o en contra de una iniciativa tiene mejores resultados que una marcha o manifestación.
Lo mismo ocurre cuando delegaciones visitan a los legisladores en sus oficinas en sus distritos o en Washington. Es ya tiempo de enfocarse en la acción política directa.
El futuro de la iniciativa para una reforma inmigratoria integral se jugará en las trincheras del Congreso federal; sobre todo en la Cámara de Representantes. Es ahí donde la lucha de los grupos pro inmigrantes podría ser definitiva.