La reforma migratoria vista desde México
Los miles de mexicanos que tienen parientes de este lado de la frontera o con hijos nacidos en Estados Unidos viven en medio de la indecisión y sin información sobre lo que pueda pasar si se aprueba un proyecto de ley de reforma migratoria.
Por eso es que varios analistas ya han destacado que es necesario que México anticipe los escenarios probables que generaría una reforma migratoria y que tanto el gobierno como organizaciones sin fines de lucro e iglesias empiecen a difundir información clara sobre quiénes son elegibles para legalizarse, para no promover falsas esperanzas de que ahora sí vale la pena cruzarse de nuevo, porque hay más chance que antes de ‘agarrar papeles’.
Se recomienda así que el gobierno mexicano y otras instancias arranquen desde ya una intensa campaña en las comunidades de más alta migración sobre los lineamientos del proyecto de ley de reforma migratoria.
Por ejemplo, que se aclaran cosas como qué derechos se tienen por ser padres de hijos nacidos en EE.UU., cuánto habrá que pagar de multa, cuánto habrá que esperar, qué se puede hacer mientras se espera, si se puede trabajar u obtener una licencia, entre otras cosas.
Además, con respecto al tema de los deportados, el proyecto de ley permite que estas personas puedan solicitar la re-entrada a EE.UU. si fueron deportados por razones no criminales y tienen hijos, padres o esposos (as) ciudadanos estadounidenses o residentes permanentes.
Para el futuro hay varios panoramas que se pintan para México. Algunos expertos creen que una vez que se empiece a implementar una reforma migratoria de este lado, habrá más asentamientos irregulares en las ciudades mexicanas del norte, más demanda de servicios y seguridad, más desempleo y más repatriaciones forzadas.
Otros pronostican que continuará el éxodo de México hacia el Norte. Un análisis del Banco de México espera hasta 330,000 cruces anuales de inmigrantes indocumentados en los próximos años por la demanda de servicios en varios sectores de la economía estadounidense.
Y se espera que muchos mexicanos y centroamericanos quieran cruzar antes de que se refuerce aún más la seguridad en la frontera.
Asimismo, en un artículo titulado “The new reality at the border” y firmado por Andrew Selee, vice presidente de programas del Woodrow Wilson Center se detallan bien los tres factores que han frenado la inmigración indocumentada desde México en los últimos años. Se cita por ejemplo la seguridad fronteriza con un presupuesto que se multiplicó casi por diez desde 1993.
Selee, autor del libro “Mexico and the United States: The Politics of Partnership” también explica que el número de mexicanos de entre 15 y 29 años, los más propensos a migrar, pronto comenzará a disminuir y vaticinó que este cambio demográfico contribuirá a la disminución de la migración de México en la próxima década. Así, es probable que en el futuro, los mayores flujos de inmigración indocumentada provengan de Centroamérica y Asia, según Selee.