Cien castigos para los inmigrantes
Por Antonio Zavala
Como si fuera una fábula china en la que un campesino debe ser castigado 100 veces hasta que se redima ante el Emperador, el Congreso de Estados Unidos quiere encajar en la reforma migratoria una serie de castigos a los inmigrantes antes de concederles la residencia.
Entre los castigos está pagar una “multa” por estar aquí sin permiso. La “multa” sería cerca de $2 mil por cada miembro de la familia. Pareciera que los honorables congresistas no saben que si hubiera una forma de pedir permiso antes de pisar esta tierra ya los inmigrantes lo hubieran hecho.
Otro castigo es dar un “permiso provisional” por cinco años, sin ningún beneficio, antes de otorgar la residencia. Luego tendrían que pasar otros cinco años para que el inmigrante pueda pedir la ciudadanía.
Otra sanción es exigir que los solicitantes estén por arriba del 1.25% de la línea de pobreza. Una persona tendría que ganar $14,362 al año para poder calificar.
Los inmigrantes deben estar empleados y no haber cometido ningún delito.
Y otro castigo es que la frontera debe estar “segura”, como si la culpa de que la frontera esté o no esté segura fuera la responsabilidad de los inmigrantes que intentan escapar del hambre, la violencia y la corrupción en sus países.
Ya varios grupos progresistas del país están saltando de ese barco de una reforma migratoria punitiva, que castiga y criminaliza a los inmigrantes. “La S744 tiene poquito de bueno y mucho de malo”, me dijo un activista el domingo.
Sólo los grupos hispanos moderados, que reciben grandes subsidios de las corporaciones, están detrás de esta mala versión de una reforma integral.
Antonio Zavala es periodista y trabaja como corresponsal de la Agencia EFE en Chicago. Comentarios o sugerencias a ixtlah@gmail.com