Agoniza la reforma migratoria
El pasado domingo, el alcalde de Chicago, Rahm Emanuel, se puso una camiseta con la leyenda “Ya es tiempo para una reforma migratoria” durante el desfile de Independencia de México en el barrio de La Villita. Se le agradece el apoyo en momentos en que la reforma migratoria se muere lentamente.
Los republicanos de la Cámara de Representantes han logrado su objetivo de desinflar el impulso que llevaba la reforma migratoria tras haberse aprobado en el Senado. No tenían ninguna prisa para someter la medida a votación antes del receso de verano.
Apostaron a que otros temas tomarían mayor relevancia y que los votantes perderían interés en el tema. Se la jugaron y ganaron. El Congreso regresó de vacaciones esta semana y se encontró con un país al borde de un conflicto bélico en Siria, con una economía reacia a despegar y con Obamacare a la vuelta de la esquina.
El tema de la reforma migratoria ha pasado al último lugar de la agenda, sobre todo para los legisladores republicanos. No tienen prisa en retomar el debate en las pocas semanas que trabajan antes de las vacaciones de Navidad.
Los representantes republicanos saben que posponer la iniciativa a votación para el 2014 significa matarla definitivamente. El próximo es un año de elecciones. Como buenos políticos, les preocupa más su reelección que arreglar un sistema de inmigración obsoleto que mantiene a 11 millones en la sombras, sujetos a ser deportados en cualquier momento.
Los representes republicanos no votarán a favor de una reforma migratoria sabiendo que les puede costar la reelección. No van a correr el riesgo de que sus contrincantes los acusen de ser débiles ante la inmigración ilegal.
Apostarán a que otros temas demanden su atención para seguir postergando el voto sobre la reforma migratoria. Las organizaciones pro inmigrantes ejercerán mayor presión para obligar a los republicanos a debatir y votar una reforma migratoria.
Tienen el tiempo en su contra. La reforma migratoria se muere lentamente.
Periodista radicado en Chicago. Sguelo en Twitter: @alexoescalona