A Leo Zúñiga no le tiembla la mano al sacar la roja
El conocido árbitro originario de Colombia charló con La Raza sobre su vocación
El jueves 23 de julio Leo Zúñiga expulsó a 4, incluyendo a un entrenador, esto sucedió en la Liga Latinoamericana de los jueves. Crédito: Javier Quiroz | La Raza
Para el árbitro colombiano Leo Zúñiga, su trabajo es una vocación que llevaba en la sangre sin saberlo.
Descubrió hace apenas tres meses que su abuelo fue un árbitro semiprofesional en Colombia, y así comprobó que su vocación y actual profesión es producto de una especie de herencia familiar.
“Era algo que estaba en mí pero nadie me lo dijo”, contó emocionado.
“Sentía que eso era lo mío, hubo un momento en que me pregunté por qué no hice esto antes”, complementó el colombiano que se inició en el arbitraje en 2012.
Zúñiga jugó en las ligas más importantes de la región, como CLASA, Hispano, Champions y otras más, pero una lesión lo obligó a retirarse y a vestirse de negro.
Inmediatamente comenzó a ganarse un lugar en los torneos de futbol, y fue cuando Xavier Martínez, de la Liga Latinoamericana, lo descubrió y le dio la oportunidad de trabajar.
Desde entonces, Zúñiga pita unos 10 partidos por semana y siempre se le ve impecablemente uniformado haciendo valer las reglas de forma estricta, sin tener amigos adentro del campo.
¿Cómo te ven los jugadores con miedo o con respeto?
Siento que algunos me ven con respeto porque fui jugador también, eso es una buena combinación de que conozco el reglamento y la parte técnica.
¿Te han agredido?
Si. Han cruzado esa línea conmigo pero yo tengo licencia de boxeador (33-1, 17 KO). La gran mayoría lo sabe, y los que no son los que cruzaron esa línea conmigo. (Por esta razón, su esposa ya no lo acompaña a los juegos porque está “cansada de escuchar los comentarios del público”. Además, fue testigo cuando alguien intentó agredirlo.)
¿Están tus oídos blindados a los insultos?
Cuanto tú estás seguro de lo que estas haciendo, esos insultos son simplemente palabras y no me afectan en lo absoluto.
¿Cuál es el lado bueno del arbitraje?
Es algo que me apasiona y poder ayudar a mi familia.
¿Y lo malo?
Lo malo, que sigue siendo bueno de cierta manera, los amigos con los que jugué se han ido esperando un favor como árbitro.
¿Cómo quieres que te recuerde el público y los jugadores?
Simplemente como un árbitro neutral y estricto y que digan ‘ese árbitro siempre va a aplicar la ley’.
¿Llevas el trabajo a casa?
Cierro la puerta de la cancha y ahí se queda el juego.