Llenos de orgullo, padre e hijo completan triatlón de Chicago

El joven Jared Zacarías de 13 años de edad enfrentó con valentía su segundo triatlón de Chicago, y su papá hizo lo mismo al día siguiente.

Jared es hijo de Antonio Zacarías, un atleta de alto rendimiento que divide sus horas entre el trabajo, entrenamiento y atender a la familia.

Antonio, que es originario de Cuernavaca, Morelos (México), lleva siete años corriendo y le empezó a tomar cariño al deporte cuando compitió en una carrera de 5 kilómetros.

El domingo 30 de agosto Antonio corrió en la división International, que consiste en un total de 51.5 kilómetros: 1.5K nadando, 40K de bicicleta y 10K corriendo. Completó el triatlón en 2:51:06.

Su hijo Jared recorrió un día antes 200 metros nadando, 7 kilómetros en bicicleta y 2 corriendo y completó la ruta en 47:13.

“De repente uno se ‘cuelga’ en eso, se va haciendo vicio y es algo sano”, explicó Antonio.

“Es el vicio de correr, no lo puedes parar y te pones de mal humor si no sales a correr… más que nada es eso, te adaptas al ejercicio”, explicó el padre, un triatleta que labora en una fábrica.

“Mi trabajo es bastante físico y tengo buena condición en el trabajo y buena condición en el deporte, es una combinación perfecta”, dijo lejos de quejarse.

Pero la clave para correr y trabajar es: Dormir bien y descansar, recomendó.

Como padre de familia, Antonio invitó a las personas con hijos a que los involucren en este tipo de deportes.

“Hay que envolvernos, los niños crecen con una mentalidad de que este deporte puede darles algo en sus vida ayuda bastante al cuerpo y a la mente”, dijo.

Y como su niñez en Cuernavaca fue bastante diferente a la de un niño en Chicago, Antonio reconoce que le hubiera gustado ser apoyado en algo similar. “Me hubiera encantado estar en estos eventos”.

Otros triatletas latinos participantes fueron la niña Kenya Pérez de 9 años que cumplió su tercer triatlón en 23 minutos y 17 segundos, obteniendo un nuevo récord personal por 1 minuto y 16 segundos.

Y el residente de Cicero y obrero de la construcción, Lorenzo Ochoa rompió su marca por dos minutos.