El voto, antídoto contra Donald Trump
Donald Trump es ya el virtual candidato presidencial del Partido Republicano, y aunque aún requiere ser ratificado por la Convención de su partido, todo indica que él será su opción para buscar ganar la Casa Blanca en las elecciones generales del próximo mes de noviembre.
Con la retirada de Ted Cruz y John Kasich tras la contundente victoria de Trump en la reciente elección primaria de Indiana, el magnate no tiene ya oposición y presumiblemente será el nominado republicano, aunque no por ello tendrá en automático el apoyo unánime de los políticos y las bases conservadoras.
Trump ha logrado inmensos apoyos y millones de votos, pero sus ataques rudos y personales contra otros líderes republicanos y, sobre todo, las ofensas y agravios que ha cometido contra importantes grupos sociales (entre ellos los hispanos, los afroamericanos, las mujeres, los discapacitados, los musulmanes o los prisioneros de guerra, por solo mencionar algunos) le han ganado un repudio muy amplio que será muy difícil, y quizá imposible, de revertir.
Eso no significa que Trump no tenga posibilidades de triunfo. Pocos imaginaban hace 10 meses que el magnate sería el candidato republicano, y su discurso ácido y contestatario tiene, pese a sus componentes racistas, xenófobos y autoritarios, un atractivo para amplios grupos sociales en Estados Unidos.
Es por ello que se debe estar alerta ante la posibilidad de que una figura de esas características pueda llegar a la Presidencia, pues el carácter divisivo, destructivo y en muchos sentidos antidemocrático de Trump resulta una amenaza potencial para la convivencia armónica, las libertades y el desarrollo no solo del país sino del mundo.
La contienda del lado demócrata no está aún definida, si bien Hillary Clinton es la opción que aventaja para lograr la candidatura.
Clinton no está exenta de fallas, pero es una política experimentada y curtida que, además, cuenta con la enseñanza de lo sucedido en la primaria republicana para plantear opciones para frenar y derrotar a Trump.
Salir a votar (y antes hacerse ciudadano si se es elegible) es crucial en el escenario actual. Solo el voto puede vencer muros y hacer valer los valores verdaderos de la democracia, la diversidad y el espíritu estadounidenses.