Al rescate de los zapatos rojos de “Dorothy”, la protagonista de “El Mago de Oz”
Poco queda del brillo de los que para los expertos en cine, son el "santo grial" de la utilería del séptimo arte
“No hay lugar como el hogar”, dijo la pequeña “Dorothy” y golpeó tres veces los tacos de sus brillantes zapatos rojos.
Entonces el fantástico mundo de Oz se desvaneció y ella viajó mágicamente a casa.
¿Final feliz?
Lo fue para la dulce niña de Kansas, interpretada por Judy Garland, pero no para uno de los cuatro pares de zapatos que se utilizó en el rodaje de la película y que se exhiben en el Museo de Historia Americana de la ciudad de Washington, Estados Unidos.
A 77 años del estreno del legendario clásico de Hollywood, el resplandeciente calzado que lució entonces todo el poder del tecnicolor, se ha reducido hoy a dos prendas apagadas y llenas de desgarros.
Las famosas lentejuelas que destellaban con las luces de los estudios de la Metro-Goldwyn-Mayer, se desprenden ante el menor movimiento.
Ante este deterioro, el Instituto Smithsonian lanzó una campaña urgente para recaudar $300.000 y financiar la restauración de lo que consideran un icono de la cultura popular de Estados Unidos.
Otros, incluso, se refieren a los zapatos como “el santo grial” de la utilería cinematográfica.
“Millones de visitantes llegan cada año a ver los zapatos y los tenemos en exhibición hace casi tres décadas“, dice Dawn Wallace, del área de conservación del Instituto Smithsonian.
El periplo de los zapatos
Puede que $300.000 parezca una cifra descomunal para conservar unos zapatos, pero el museo los trata como si fueran sus joyas de la corona.
Basta decir que en el 2000, la casa de subastas Christie’s remató otro de los pares utilizados en la película por $600.000.
Un tercer par fue robado en 2005 del museo dedicado a Judy Garland. Estaba asegurado en más de un millón de dólares.
Ahora, parte del dinero recaudado por el Smithsonian será destinado a construir una urna de cristal de condiciones ambientales controladas que eviten el deterioro de los zapatos más famosos de la historia del cine.
“Quizá, no hay ningún accesorio o traje que haya transportado a tanta gente como los zapatos de Dorothy“, señala William Ivey Long, un reconocido diseñador de trajes de Broadway.
Pero, claro, la utilería está hecha para brillar y no para durar.
La campaña, lanzada por Internet el lunes 17 de octubre, se propuso alcanzar la meta de los $300.000 en 30 días.
El miércoles 19 de octubre, sOlo dos días después, más de 2.800 donantes habían superado los $150.000, es decir, más de la mitad de la meta.
Parece que, después de todo, a ese par de viejos zapatos rojos aún le queda algo de magia.