Gael García Bernal rinde pleitesía a Monica Bellucci en Mozart in the Jungle
La tercera temporada de la serie de Amazon se va a Venecia en busca de ópera... y de la diva italiana
Mozart in the Jungle es una serie diferente. Tanto por su producción y forma de distribución –es una serie original de Amazon–, como por su temática y su atrevido enfoque, que imbuyen al espectador en el mundo de la música clásica sin que falte sexo, locuras y drama.
El personaje principal es Rodrigo de Souza, un director de orquesta tan genial como heterodoxo, interpretado por Gael García Bernal. Hablamos con el actor mexicano en Nueva York, donde precisamente transcurre la serie, cuya tercera temporada se estrena el 9 de diciembre.
Pregunta: ¿Cuál es el secreto de Mozart in the Jungle?
Gael García Bernal: La premisa es fascinante. Tira de un lado que nadie tira: la música clásica en una serie de televisión. Eso ya la hace instantáneamente atrevida e innovadora. Todo podía salir mal, pero ha salido bien, mejor de lo que creíamos. A todo el mundo le gusta. Tiene un tono muy particular que es distinto a todos los demás. Desde su génesis es un proyecto distinto.
P: ¿Cómo llegaste a este proyecto?
G.G.B.: Me invitaron a participar y la mezcla sonaba fantástica: música clásica, venir a Nueva York un par de meses, todo el equipo con Roman Coppola, Jason Schwartzman (productores)… Había algo fascinante. Conforme fui conociéndolos me fui enamorando de todas las personas y de todo el descubrimiento personal que he tenido con la música.
P: ¿Tenías un background musical?
G.G.B.: No, simplemente como admirador de la música clásica con esa distancia de neófito que aprecia, pero que no está sumergido en ese universo. No la escuchaba todos los días. Ahora es todo lo contrario. Ahora con la música traigo una relación íntima, casi casi biológica, pancreática… Siento que la música se manifiesta dentro de mí de una forma impresionante.
P: Te cambió tu vida y no sólo el trabajo…
G.G.B.: ¡Me cambió un montón!
P: ¿Qué es nuevo en esta 3º temporada?
G.G.B.: Se incorpora el mundo de la ópera, que no habíamos tocado hasta ahora. No había ningún personaje cantante, que es una pieza particular de este mundo de la música clásica. Filmamos en Venecia, antes sólo habíamos salido a México. Y bueno, su majestad titánica Monica Bellucci.
P: ¿Cómo es trabajar con una actriz tan icónica?
G.G.B.: Fantástico. Es muy divertida, muy simpática. Atrevida y perspicaz. Me fascina la forma en que le gusta, cómo se divierte al actuar. Es realmente fascinante. Es una de las mejores compañeras con las que me ha tocado actuar en la vida.
P: Y una belleza impresionante…
G.G.B.: Absolutamente, cómo no. Me sentía yo como el representante de la Humanidad entera que de alguna manera le rendía pleitesía. Definitivamente hay algo de rendirle tributo, de ponerle flores a sus pies, y decir “lo hago por mí y por todos mis compañeros”.
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P: El rol de Rodrigo te ha valido un Globo de Oro. ¿Te ha ayudado mucho?
G.G.B.: Me la pasé muy bien cuando sucedió. Toda esa noche fue fantástica. No nos esperábamos que ganara en esas dos categorías, que ganara yo y que ganara la serie, que eran las dos nominaciones que tenía. ¡Fue como meter una goliza en el Maracaná! Yo que soy un futbolista frustrado lo viví como una victoria en el San Siro, fue un momento muy especial. Luego las demás consecuencias que puede tener industrialmente son fantásticas, se agradecen. Rodrigo y la serie van a tener una vida mucho más larga gracias a esos premios y a ese reconocimiento, lo que me parece fantástico. Pero en realidad la vida misma mía no cambia. Al final al otro día termino jugando fútbol amateur.
P: ¿Sigues jugando?
G.G.B.: Juego mucho, sí, pero ya estoy en esa edad en que salgo a jugar y siempre pienso “debí de haber calentado”, “debí de haber estirado” o “ya debería de estar jugando a tenis”… porque ya uno termina lastimándose constantemente. Pero siento que juego mejor nunca, la verdad.
Y hay cierto estirón… ese estirón del final. Ese momento de cuando dices “sí, llego, llego a la bola” y “paf”, ahí valió madre. ¡Pero qué acto más heroico, más bello…! No hay nada mejor que inmolarse en la cancha y vivir esas lesiones a tope. Es vida.
P: ¿A quién le vas?
G.G.B.: A los Pumas.