El ‘viejito’ Pérez, garantía y experiencia en un joven Pachuca
El famoso 'Conejo' está seguro que se va, pero ahora los Tuzos son los que no están seguros de dejarlo ir...
El “viejito“, así le llaman de cariño a Óscar Pérez en el vestidor de Pachuca. Y no es algo que ofenda al “Conejo“, pues en esa plantilla que promedia poco más de 23 años, el arquero, que hoy cumple 44 años de edad, aporta la experiencia que todo equipo necesita.
Sus más de cuatro décadas le han dejado cerca de 710 partidos de Primera División, 3 Mundiales y 3 títulos de Liga. Incluso, un gol que le hizo a Tecos en 2006.
Sin pensarlo y con sólo seguir el ciclo de la vida, el “Conejo” vivirá un año más defendiendo la portería del Pachuca, quizá su último, pues a finales del próximo mes de diciembre tiene planeado ponerle fin a una carrera profesional que arrancó el 21 de agosto de 1993, cuando Gibrán Lajud, actual portero de Tijuana, ni siquiera había nacido.
“No me imaginé llegar a los 44 años y todavía poder seguir jugando. Y pues yo ni le puse el cuidado (risas) yo nada más me ponía a entrenar y trataba de estar en los primeros planos y pues es el tiempo el que me ha permitido jugar hasta ahora.
“Es parte del relajo que echamos en el vestidor, son excelentes chavos, llevo muy buena relación con ellos, incluso Alan Cruz (entrenador de porteros) y todos, me dicen: ‘oye viejito esto, oye viejito el otro’, y yo me lo tomo con mucho cariño”, dijo Óscar Pérez.
El “Conejo” no hace nada diferente para mantenerse. Llega a las 9 de la mañana a la Universidad del Futbol, ahí desayuna con el resto de sus compañeros, a las 10 comienza el entrenamiento y al finalizar utiliza la natación como complemento.
“Mis facultades no se han mermado del todo y creo que eso es lo que me ha permitido seguir jugando al futbol y manteniendo un buen nivel, el pararme a entrenar, pues eso me motiva a seguir dando lo mejor de mí.
“Sí, probablemente es el último año, a ver si llegamos a diciembre. He estado haciendo planes como para mayo, pero bueno, la gente del club me dice que ya termine todo. Vamos a ver cómo nos vamos sintiendo y si sigo manteniendo el nivel, ese será mi parámetro“, sentenció.
Esta vez no es Óscar quien pide un año más en Pachuca, ahora es el club, el que no quiere desprenderse de su “viejito”, uno que sirve de guía a Hirving Lozano y Érick Gutiérrez, y el mismo que promete que cuando se vaya, el arco se quedará en las mejores manos.