Tribunal Supremo acepta estudiar caso de manipulación de distritos electorales en Wisconsin

El dictamen del Tribunal Supremo tendrá repercusión política en numerosos distritos electorales

WASHINGTON.- El Tribunal Supremo aceptó este lunes estudiar un caso de Wisconsin que podría poner fin a la manipulación política de distritos electorales que, según activistas, durante años ha diluido el peso del voto de los hispanos y demás minorías.

La máxima corte del país estudiará en su sesión de octubre próximo la apelación del estado de Wisconsin del dictamen de una corte de menor instancia, que declaró inconstitucional su plan de 2011 para la demarcación de distritos electorales.

Se trata de la primera vez desde 2004 que el Tribunal Supremo escuchará un caso de esta naturaleza, pero en esta ocasión podría afectar los mapas de distritos del Congreso en media decena de estados, como Ohio, Michigan, Carolina del Norte, Virginia, Wisconsin, Texas y Florida,  y los mapas legislativos de diez estados.

Además, tendrá repercusiones para la demarcación de nuevos distritos electorales una vez que salgan los resultados del censo de 2020.

En concreto, el dictamen que emitan los nueve magistrados del Tribunal Supremo tendrá repercusiones nacionales, porque afectará el campo de maniobra que tengan las legislaturas estatales al diseñar distritos electorales.

¿Trampa o ventaja partidista?

En el caso de Wisconsin, “Gill v. Whitford”, el Tribunal Supremo deberá decidir si las autoridades pueden demarcar distritos electorales para sacar ventaja política.

El caso llegó hasta el Tribunal Supremo después de que un tribunal federal en el distrito occidental de ese estado anuló en noviembre pasado un plan de demarcación electoral que la Asamblea estatal, bajo control republicano, aprobó en 2011.

En 2012, el plan permitió que los republicanos obtuvieran 60 de los 99 escaños de la Asamblea estatal en Wisconsin, pese a que el partido logró apenas el 48,6% del apoyo electoral en todo el estado, según el Centro Brennan para la Justicia.

En 2014, los republicanos ganaron 63 escaños con sólo el 52% del apoyo en las urnas, y la corte federal indicó el año pasado que la distribución de votantes demócratas y republicanos no justificaban la ventaja electoral de los republicanos.

Manipulación de mapas electorales

La manipulación de los distritos electorales, una práctica conocida en inglés como “gerrymandering”, implica el delineamiento de límites geográficos en cada distrito o circunscripción electoral, de tal manera que se fragmentan los bloques electorales y se diluye sustancialmente el peso político de los votantes del partido de oposición.

En marzo pasado, un tribunal federal en Texas ordenó que las autoridades modifiquen sus mapas electorales estatales al determinar que los dos diseñados en 2011, bajo control republicano, discriminaron contra votantes hispanos.

El delineamiento de distritos electorales, que ocurre cada década, en principio tiene el objetivo de que tanto el Congreso como las legislaturas estatales representen y reflejen adecuadamente la composición de sus votantes.

Sin embargo, con frecuencia, los funcionarios elegidos “manipulan” las fronteras de cada distrito electoral a favor de su partido o de candidatos que buscan la reelección.

Las minorías, que de por sí tienen menos representación política, suelen ser las más afectadas, porque los nuevos distritos diluyen su peso político.

En Wisconsin, los demócratas se quejaron de que, al diseñar los distritos electorales, los republicanos recurrieron a técnicas para diluir su peso político en las urnas, e impedir que pudiesen conformar una mayoría en los distritos.

Aplauden intervención del Tribunal Supremo

El Centro Brennan y un amplio gama de grupos cívicos aplaudieron la intervención del Tribunal Supremo, por entender que será una posibilidad “histórica” de corregir un problema que termina afectando la representación de los votantes en el Congreso y las legislaturas estatales.

El caso “llega al Tribunal en un momento coyuntural, porque es muy importante buscar un remedio para la manipulación política de los distritos, especialmente en el sur donde cuestiones raciales y de política van de la mano”, dijo Michael Li, abogado del programa para la Democracia del Centro Brennan.

Un dictamen contra esta manipulación política tendrá un gran impacto para las comunidades minoritarias, donde el partidismo desafortunadamente se ha utilizado con frecuencia como una excusa para tomar medidas que perjudican a las minorías”, dijo Li, cuyo grupo destacó la  “oportunidad histórica” del Tribunal Supremo.

Por su parte, Dale Ho, director del proyecto del “Derecho al Voto” de la Unión de Libertades Civiles de EEUU (ACLU), dijo que el tribunal tiene ahora la oportunidad de “frenar la manipulación partidista del proceso de elecciones, que ha impedido la voluntad de los votantes en numerosos estados”.

El grupo “Common Cause” entabló una demanda contra Carolina del Norte por sus mapas electorales, y un tribunal federal escuchará el caso el próximo 26 de junio.

Karen Hobert Flynn, presidenta de “Common Cause”, afirmó que el problema ha contribuido a la apatía electoral en EEUU, porque muchos estadounidenses sienten que su voto no cuenta y “en estados como Wisconsin y Carolina del Norte, muchos tienen absolutamente la razón”.

“Los políticos no son los que deben escoger a sus votantes; los votantes deberían escoger a sus líderes, porque así funciona la democracia que diseñaron los fundadores” de EEUU, puntualizó.

Si el Tribunal Supremo falla en contra de Wisconsin, las autoridades estatales tendrán que entregar un nuevo plan de demarcación electoral en noviembre próximo.

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