Científicos mexicanos podrían haber dado con la cura del cáncer de mama
Un grupo de investigadores de la Universidad del Valle de México han encontrado que un árbol característico del Estado de Querétaro podría ser la solución a este mal
La corteza del Palo Azul, un árbol típico del estado central de Querétaro, podría significar un apoyo en la cura para el cáncer de mama, según una investigación de especialistas mexicanos, informó hoy la Universidad del Valle de México (UVM).
El estudio, coordinado por la UVM, la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y el Centro de Investigación de Estudios Avanzados del Instituto Politécnico Nacional (Cinvestav), establece que la corteza del Palo Azul tiene moléculas isoflavonoides que han demostrado tener actividad en células bacterianas o tumorales.
“Tenemos la evidencia de que estas moléculas pueden tener efecto terapéutico contra el cáncer de mama”, señaló en un comunicado la doctora Martha Elena Cruz Soto, docente de la UVM Campus Querétaro. Explicó que durante la investigación, se modificaron los compuestos del Palo Azul con nanopartículas de sicilio, las cuales fueron probadas en células tumorales de cáncer de mama.
Según Cruz Soto, la mezcla de compuestos de tipo flavonoides del Palo Azul “pueden detener la actividad proliferativa de células de cáncer de mama. Pueden ser idóneos para actuar ya sea como inhibidores de la aromatasa, antagonistas o como moduladores selectivos de los receptores estrogénicos (SERMs)”, que son los tratamientos más comunes contra esta enfermedad, detalló.
La experta indicó que los trabajos que se están haciendo en este momento son para ver si realmente puede disminuirse la proliferación de las células tumorales in vitro “y posteriormente, utilizar esto en un modelo in vivo”. Una vez que se tengan claros los ensayos in vitro, se buscará el apoyo de una farmacéutica para seguir con el proceso de análisis para la estructuración del compuesto del medicamento y evitar que cause daño al paciente o que algún otro componente disminuya el efecto terapéutico del Palo Azul.
Hasta el momento, el proyecto está en sus primeras fases, pero los especialistas esperan que si consiguen los resultados esperados, puedan recibir el aval de la Comisión Federal para la Protección Contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) y hacer estudios con pacientes.
De ser así, el medicamento será una inyección que “va directa a la circulación sanguínea, obviamente con efecto a largo plazo, porque lo que se pretende es que las células tumorales dejen de crecer o proliferar”, explicó Cruz Soto. Sin embargo, la idea será que el tratamiento con Palo Azul vaya a la par de las quimioterapias, las cuales se verían reducidas, y eso favorecería la calidad de vida del paciente.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el cáncer de mama es el que más muertes causa en el mundo y en México en mujeres de 45 a 65 años, pero se ha comenzado a detectar en jóvenes de entre 20 y 25 años.