Video: Sale del mar con un tiburón “pegado” al estómago
Abordo parece más comedia que tragedia, pero si piensas que Ervin MacCarty tuvo que batallar a una profundidad de más de 10 pies con las embestidas de este pequeño tiburón nodriza e ingeniárselas para llevarlo a bordo, puedes tener una panorámica más completa de la historia dramática que vivió este veterano pescador submarino en las aguas de Marathon, Florida, hace pocos días.
En el video se observa el momento en que un aterrado MacCarty sube a cubierta agarrándose el estómago como si estuviera pariendo un alien.
Inmediatamente sus amigos intentan desprenderle la criatura marina, que se ha quedado fuertemente adherida a su estómago usando un cuchillo.
¡Cuidado no me corten! ¡Que no se desangre sobre mí!”, grita desesperado del dolor Maccarty. Se escuchan voces de alguna mujer pidiendo que apuñalen y abran al tiburón “entre los ojos, que es donde está el cerebro”.
“Menos mal que no te mordió en otra parte, ¿verdad?”, comenta el bromista de la expedición intentando aligerar el ambiente, mientras que MacCarty se retuerce de dolor y hay chorros de sangre por todas partes.
Finalmente logran desprenderle el tiburón del vientre sin que el depredador marino haya podido desgarrarle demasiado esa área.
La historia, de la que MacCarty fue un protagonista accidental, es de esas que parecen escritas para uno y que no hay manera de evitar. De hecho, mientras algunos de sus amigos pescaban o buscaban langostas, Ervin había decidido quedarse comiendo y descansando en el barco.
Fue entonces cuando uno de sus amigos subió a respirar y le dijo que le había disparado a un mero con la pistola de caza submarina pero que este había logrado meterse en un agujero, dijo el pescador al diario británico Daily Mirror.
“Como tengo facilidad para sacar a los meros de los agujeros, el capitán me pidió que fuera a ayudar”.
Apenas llegó al lugar, el tiburón salió de otro agujero y lo mordió.
“Me costó volver al barco. Perdí el aliento. Sentía como el tiburón mordía y trataba de abrirme “, dijo MacCarthy.
Nadar sin usar las manos, ya que tenía que mantenerse sujetando al pez para que este no lograra desgarrarle el vientre con las sacudidas, fue quizás la parte más peligrosa y difícil de este episodio, que afortunadamente ahora es solo una anécdota y un impactante video que se ha propagado como pólvora en las redes.