Padre separado de su hijo de un año de edad en la frontera: “es duro, muy duro”

Cuatro padres centroamericanos reportan haber sido separados de sus hijos al llegar a la frontera de Estados Unidos y pedir asilo, mientras crecen los reportes de una práctica que supuestamente está prohibida por las leyes del país.

Este jueves se cumple una semana del día en que José Demar Fuentes, salvadoreño de 30 años de edad, fue separado de su hijo Mateo, de un año de edad, tras cruzar la frontera en la garita de San Ysidro pidiendo asilo con un grupo de 35 centroamericanos.

Demar Fuentes está detenido en Otay Mesa, San Diego y junto a otros tres padres de El Salvador y Honduras han denunciado que cada uno de ellos fue separado de sus respectivos hijos, sin mediar razón lógica o legal al respecto, el pasado jueves 16 de noviembre.

Activistas de Pueblo Sin Fronteras, que trabajan para documentar estos casos y asistir a los migrantes, compartieron con La Opinión el audio de una llamada desde el centro de detención en la que Demar Fuentes cuenta lo ocurrido y expresa sus sentimientos al respecto.

Un extracto de la llamada puede escucharse aquí:

[soundcloud url=”https://api.soundcloud.com/tracks/359636423″ params=”color=#ff5500&auto_play=false&hide_related=false&show_comments=true&show_user=true&show_reposts=false&show_teaser=true&visual=true” width=”100%” height=”300″ iframe=”true” /]

Demar Fuentes contó que la pasada semana, los agentes llegaron varias veces a la celda donde lo tenían a él y a otros padres con sus hijos en San Diego. Todos se habían entregado en la frontera a las autoridades estadounidenses para pedir asilo entre el 10 y el 13 de noviembre.

“Nosotros pedimos hablar por teléfono, con familiares, incluso con ustedes, pero nos dijeron que no había derecho alguno”, dijo el migrante. “Sin embargo vimos que en la pared hay un anuncio que dice que los hijos no serán separados de sus padres. Ese es un derecho y sin embargo nos lo violaron”.

El padre agregó que los agentes les dijeron que “el proceso sería más rápido”, pero que también les que no tenían opción y que los separarían “por las buenas o por las malas”.

“Nosotros lo que queremos es reunirnos con nuestros hijos”, dijo Demar Fuentes. “Mi hijo tiene un año y es duro pensar que no lo voy a ver en 6 meses…es duro, muy duro”.

José Demar Fuentes, de 30 años, y su hijo Mateo de 1 año, al cruzar la frontera con el Viacrucis Guadalupano. Pocos días después, el migrante salvadoreño reportó que los agentes migratorios le arrancaron al niño de los brazos para mandarlo a un refugio para niños no acompañados (Foto: Pueblo sin Fronteras)

Alex Mensing, de Pueblo Sin Fronteras, dijo a La Opinión que los otros tres padres que estaban con José también fueron separados de sus hijos y que, cuando uno de ellos se resistió a las amenazas de las autoridades y abrazó a su hijo con fuerza, “literalmente se lo arrancaron de los brazos”.

“Es un niño de tres años, Roger, que fue arrancado a la fuerza de los brazos de su padre Eric”, apuntó Mensing.  Eric es hondureño.

Carlos fue separado de su hijo de 12 años y Walter, de su hija de cinco años.

Contrario a la política de DHS

Según lo documentados por los activistas, los cuatro niños fueron enviados a refugios de la Oficina de Reasentamiento de Refugiados ORR, un proceso similar al que hasta ahora se seguía con los menores no acompañados que llegaban a la frontera sin sus progenitores o familiares.

Pero la práctica común bajo la ley y los reglamentos del Departamento de Seguridad Nacional (DHS) es que los niños “no acompañados” son enviados a ORR y los niños que entran con algún familiar (generalmente madre y cada vez más, con el padre), son procesados juntos y a menudo liberados o enviados a un centro de detención familiar.

La propia política de la Patrulla Fronteriza dice que “CBP mantendrá la unidad familiar en la medida de lo posible y si no hay un requisito legal o un problema de seguridad que requiera la separación”.

Los activistas reportan, sin embargo, que en las últimas semanas han recibido reportes de varios casos en los que los migrantes detenidos con hijos menores fueron separados de ellos.

CBP dijo esta semana a otro medio de comunicación que en el caso de José y Mateo, los separaron porque “José no pudo comprobar paternidad del niño”, pero la abogada Erika Pinheiro, de la organización “Al Otro Lado”, dijo que al menos en el caso de José, el padre “tenía todos los documentos para probar la relación”.

José tenía consigo su identificación y el acta de nacimiento de Mateo, dijeron los activistas.

En marzo de este año, el entonces secretario de Seguridad Nacional (DHS) John Kelly, ahora jefe de personal de la Casa Blanca, dijo a los medios de comunicación que la agencia estaba considerando cambiar la política existente y comenzar a  separar a las familias.

El objetivo del cambio, dijo Kelly entonces, era “desincentivar” el cruce por parte de los migrantes centroamericanos que están escapando situaciones de violencia extrema en El Salvador y Honduras principalmente.

No obstante, este cambio no ha ocurrido oficialmente.

En esta nota

#Asilo familias centroamericanas familias migrantes Inmigración separación familiar

Recibe gratis todas las noticias en tu correo

Este sitio está protegido por reCAPTCHA y Google Política de privacidad y Se aplican las Condiciones de servicio.

¡Muchas gracias! Ya estás suscrito a nuestro newsletter

Más sobre este tema
Contenido Patrocinado
Enlaces patrocinados por Outbrain