Cómo es el Falcon Heavy de SpaceX, el cohete más potente del mundo
El cohete que podría ser utilizado en futuras misiones a Marte, puso por primera vez en el espacio un automóvil
Despegó desde la misma plataforma en Florida que llevó los hombres a la Luna. Y marcó un nuevo capítulo en el camino hacia una misión tripulada a Marte.
El gigantesco cohete Falcon Heavy, de la empresa privada SpaceX, partió este martes a las 20:45 GMT desde el Centro Espacial John F. Kennedy de la NASA en Cabo Cañaveral.
Y lo hizo llevando un auto Tesla, el primer automóvil en ser lanzado al espacio.
El Falcon Heavy despegó desde la plataforma LC-39A del Centro Kennedy, la misma desde la que salieron las misiones Apolo.
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El lanzamiento del cohete es uno de los eventos más esperados desde las misiones que llevaron el hombre a la Luna.
Una multitud acudió a Cabo Cañaveral para presenciar el despegue.
Tanto SpaceX como Tesla son dirigidos por el multimillonario y emprendedor tecnológico Elon Musk, quien confía en utilizar cohetes como el Falcon Heavy en futuras misiones a Marte.
Aterrizajes
Esta nave espacial fue construida principalmente a partir de tres cohetes Falcon 9, también de Space X, para impulsar la cápsula en la que dispuso el Tesla.
Como ocurre con sus lanzamientos, SpaceX esperaba recuperar los tres cohetes aceleradores.
Menos de tres minutos después del despegue, dos de estos regresaron a la costa de Florida, justo al sur del centro espacial Kennedy. Sus patas de aterrizaje hicieron contacto con el suelo prácticamente al mismo tiempo.
Falcon Heavy sends a car to Mars https://t.co/Y7uBtU6Mt2
— Elon Musk (@elonmusk) February 5, 2018
“Eso fue épico”, dijo Musk. “Eso es probablemente lo más emocionante que he visto”.
El tercer acelerador debía volver a un barco no tripulado en el oceáno Atlántico, a varios cientos de kilómetros de Florida.
Pero no tuvo combustible suficiente para desacelerar durante el descenso y se destruyó al chocar contra el agua a unos 500 kilómetros por hora.
Musk cree que la recuperación y reutilización de los cohetes impulsadores son lo que cambiará las reglas del juego de la industria espacial.
“Se acabará el juego para todos los demás cohetes de carga pesada”, dijo a los periodistas.
“Será como tratar de vender un avión en un mercado en el que una compañía aérea tiene un avión reutilizable y todas las demás tienen aviones de un solo uso, que una vez que llegan a su destino, se estrellan al azar en alguna parte”, señaló.
Auto en órbita
Después del regreso de los cohetes aceleradores, la cápsula superior del Falcon Heavy, con el Tesla, comenzó su trayectoria hacia la órbita de Marte.
Para que se encaminara a su destino, el motor de la etapa superior tuvo que entrar en ignición tres veces.
Musk advirtió antes del vuelo que esta era una de las fases que más le preocupaba, por la posibilidad de que no funcionara correctamente.
La etapa superior del Falcon debía atravesar una región concentrada de radiación sobre la Tierra, conocida como “cinturones de Van Allen”, y esto podía interferir con los sistemas electrónicos.
El cohete, 70 metros de alto, puede colocar en órbita una carga de hasta 64 toneladas, el equivalente a poner en el espacio cinco autobuses de dos pisos. Su capacidad es solo superada por la aeronave Saturno V, que operó en las misiones Apolo en la década de los años 60 y 70.
El cohete tiene el doble de capacidad que el resto de los que se usan en la actualidad.
Pero la estructura triple exigió modificaciones en el diseño y un fortalecimiento del propulsor principal.
Los 27 motores Merlin en la base del cohete pueden generar una potencia de 23.000 kilonewtons, más del doble que el más potente que está en uso en la actualidad, el Delta IV Heavy, que opera la empresa United Launch Alliance, uno de los principales competidores de SpaceX.
Musk dijo que los desafíos de desarrollar el cohete hicieron que las probabilidades de que el lanzamiento sea exitoso eran solo de 50-50.
“Tenía la imagen de una explosión gigante en la plataforma, una rueda rebotando en el camino. Pero, afortunadamente, no sucedió”, dijo el director ejecutivo de Space X a periodistas después del evento.
Con un indudable cálculo publicitario, el Falcon Heavy llevó como carga de prueba un auto Tesla rojo en el que se colocó al volante un maniquí con un traje espacial.
La radio del Tesla hizo sonar una canción de David Bowie Space Oddity mientras el vehículo abandonaba la Tierra.
https://www.instagram.com/p/Be31IJxgOoK/
Si todo va según el plan, el Tesla va a ser despachado en una órbita elíptica alrededor del Sol que le servirá para alcanzar Marte.
“El auto llegará hasta una órbita que se encuentra a 400 millones de km de la Tierra y viajará a su destino a una velocidad de 11 km por segundo”, dijo Musk a la prensa.
“Y estimamos que el Tesla seguirá en esa órbita por cientos de millones de años”.
Satélites y telescopios
Es poco probable que el Falcon Heavy llegue a transportar su carga máxima, debido a las grandes cantidades de combustible que serían necesarias.
View from SpaceX Launch Control. Apparently, there is a car in orbit around Earth. pic.twitter.com/QljN2VnL1O
— Elon Musk (@elonmusk) February 6, 2018
Pero la potencia del cohete abre nuevas posibilidades según el corresponsal de la BBC Jonathan Amos.
EL FALCON HEAVY
- Podría colocar en orbita satélites mucho más grandes para uso militar o de inteligencia
- Podría lanzar una gran cantidad de satélites menores simultáneamente, como la “constelación de miles de satélites” propuesta por Elon Musk para proporcionar banda ancha a todo el planeta
- Permitirá enviar robots de gran envergadura a la superficie de Marte, o visitar planetas lejanos del Sistema Solar como Júpiter y Saturno y sus lunas
- Será capaz también de colocar en órbita grandes telescopios como el sucesor del Hubble, el telescopio James Webb, que debido a las restricciones actuales será plegado como una hoja de origami para su lanzamiento en 2019
El nuevo cohete ya ha sido contratado para lanzar grandes satélites geoestacionarios.
Los principales clientes del Falcon Heavy “serán posiblemente el gobierno y el Departamento de Defensa de Estados Unidos. SpaceX ya es un proveedor reconocido del Departamento de Defensa para misiones clasificadas y no clasificadas”, dijo a la BBC Rachel Villain, de la consultora espacial Euroconsult.
El Falcon Heavy presenta un desafío para el gobierno estadounidense.
La NASA está desarrollando su propio supercohete llamado Space Launch System o SLS. Se estima que cada vuelo del SLS costará unos US$1,000 millones.
Según Musk, el costo de cada vuelo del Heavy Falcon es de cerca de US$90 millones y algunos críticos ya cuestionan cómo el Congreso puede justificar el gasto del SLS cuando existe una alternativa mucho más barata.
Musk no es el único empresario que quiere competir con la NASA.
Jeff Bezos, el fundador de Amazon, está desarrollando un cohete llamado New Glenn que podrá colocar en órbita cargas de hasta 45 toneladas. Y aseguró que planea una versión aún más potente llamada New Armstrong.
Para SpaceX el lanzamiento del Falcon Heavy es parte de un programa mucho más extenso para enviar en el futuro una tripulación a Marte.
Musk ya está desarrollando un futuro cohete llamado BFR, que tendrá nada menos que 31 motores.
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