FOTOS: Viaja de China a Roma como Marco Polo por la Ruta de la Seda
El legado de Marco Polo por la Ruta de la Seda continúa invitando a los viajeros del mundo
De China a Roma, este camino atrae a los viajeros más osados que buscan seguir el recorrido mágico del famoso mercader veneciano.
En el siglo I, cuando surgió, la Ruta de la Seda no era un solo camino sino un entramado de diferentes trayectos que como los finos hilos de la seda, la principal mercancía que se comerciaba, conectaban Oriente con Occidente, dos mundos que hasta ese momento no se habían relacionado demasiado.
Para muchos, este recorrido de 4,970 millas (8 mil km) a través de Asia hasta Europa es el origen de la globalización, porque no solo circulaban en ambas direcciones seda, jade, especias, porcelana, miel, papel, oro, marfil, perfumes, tinturas, entre muchos otros bienes, sino también información, cultura y religiones. El budismo, por ejemplo, recorrió el camino inverso a la seda, y llegó a China desde la India, pasando por el Tíbet.
Salvo Marco Polo, su padre y su tío, no muchos más transitaron la ruta entera y hoy la mayoría de los viajeros impulsados por la curiosidad y la aventura eligen visitar solo algunas de las ciudades, los tramos más legendarios, en los que aún se pueden encontrar vestigios de ese pasado tan fascinante.
Xi’an, donde todo comenzó
El punto de partida era la capital china Chang’an (actual Xi’an), que no tardó en enriquecerse con las ventas de la seda y otras mercancías, incluso algunas partes de la Gran Muralla se financiaron con las ganancias. Durante siglos, China guardó el secreto de la fabricación de la seda, sacar del país gusanos o capullos estaba totalmente prohibido hasta que algunos ejemplares fueron robados y el mercado se expandió por otros territorios.
Al norte de China, cerca de la frontera con Mongolia, Xi’an es la capital de la provincia de Shaanxi y una de las ciudades más antiguas y con más historia del país. Se puede llegar en avión o tren desde prácticamente todas las ciudades del país. La principal atracción de la zona son los famosos Guerreros de Terracota, muy cerca de la tumba del emperador Qin Shi Huang y que son Patrimonio de la Humanidad.
Uzbekistán, el corazón de la ruta
Uzbekistán aún hoy alberga un mítico triángulo de la Ruta de la Seda, formado por las majestuosas ciudades de Samarcanda, Bujara y Jiva. Las agencias de turismo que promocionan la ruta suelen incluir estos tres lugares en combinación con Xi’an y algunos puntos chinos intermedios.
Venecia y Roma, fascinadas por el lujo
Marco Polo había nacido en Venecia y pasó a la historia como un mercader y viajero que dejó escritas sus aventuras, en especial por Asia. Se dice que fue el primer europeo en recorrer la Ruta de la Seda, producto que durante el Imperio romano se consumía con verdadera locura en Italia. Al principio, los únicos que la podían pagar eran los emperadores y reyes, pero pronto todo el mundo quería tenerla, aunque los llevara a la ruina comprar una sola pieza.
Los barcos cargados de las maravillosas mercancías de Oriente llegaban a Venecia, que cuando la ruta por tierra cayó en desuso, se convirtió en uno de los puertos comerciales principales. Este lugar, cuna de grandes pintores, músicos y poetas, está formado por 120 islas unidas por puentes. Aún mantiene esa magia y singularidad que la colocó en el centro del comercio y se comenta que no hay mapa tan preciso que logre evitar perderse en el mágico laberinto de sus calles.
A menos de 400 km se halla Roma, el destino final de la ruta y el sitio donde esperaban ansiosos los grandes consumidores.
¿Por qué viajar a la Ruta de la Seda?
Porque es un destino exótico, que atraviesa desiertos, llanuras y montañas.
Por la belleza de los paisajes y las ciudades.
Porque los grandes imperios y pueblos pasaron por esta ruta y en ella se encuentran los orígenes de las culturas y las religiones.
Porque hay muchísimos tesoros históricos y arqueológicos, y maravillas arquitectónicas.
¿Cuánto tiempo se necesita?
Depende el trayecto elegido y la manera de viajar, pero es un recorrido largo, que insume 1 mes o más.
¿Cómo viajar?
Los viajeros que buscan realmente emular la ruta la hacen por tierra, como se hacía antes, y planeando su propio recorrido. También se puede ir de un lado a otro en avión, para ahorrar tiempos e incluir más ciudades. O contratar una agencia que organiza el viaje con todo incluido.
Por Guadalupe Rodríguez, para La Nación