Indocumentado recibe la pena de muerte por asesinar brutalmente a dos policías
El hombre sonrió cuando conoció su sentencia por los asesinatos cometidos en 2014
El inmigrante indocumentado de origen mexicano, Luis Bracamontes volvió a sonreír este martes al escuchar del jurado su sentencia de muerte por el brutal asesinato de dos uniformados.
Durante su juicio en enero, Bracamontes con una sonrisa de oreja a oreja en medio del juicio dijo que “Desearía haber matado a más malditos policías”, y prometió “Matar más, matar a quien se ponga delante de mí … No hay necesidad de un maldito juicio” dijo en ese entonces llamando la atención del país entero.
Pues ahora Bracamontes recibirá una dosis de su propia medicina por los horrendos crímenes de Michael Davis y Danny Oliver que cometió en 2014.
Antes de que se leyera el veredicto el mexicano gritó ante el tribunal que era culpable y pidió que lo mataran. La defensa intentó convencer al juez de declararlo inocente por demencia, pero no lo consiguieron.
Después de horas de deliberación el martes, un jurado de la Corte Superior de Sacramento dictaminó que Bracamontes obtendrá lo que pidió y recibirá la pena de muerte por sus atroces crímenes.
Mientras se leía el veredicto, el inmigrante ilegal de México aplaudía y sonreía en silencio, a veces a las familias de los agentes asesinados, informó el Sacramento Bee .
We are very grateful for the jury’s decision to sentence Luis Bracamontes to death for the murders of Det Michael Davis Jr. & Dep Danny Oliver. It is a just decision fitting for his crimes.
— Placer Sheriff (@PlacerSheriff) March 27, 2018
El fallo se produce después de que Janelle Monroy, su esposa, fuera sentenciada a casi 50 años de prisión por ayudar a su esposo a asesinar a los oficiales. El jurado rechazó su argumento de que temía que Bracamontes la mataría si no lo ayudaba.
Ahora solo habrá que esperar si el indocumentado será ejecutado. La última vez que California ejecutó a un recluso fue en 2006, ya que las trabas juridicas de los sentenciados lleva a un promedio de espera para cada ejecución de un promedio de 18 años.