Administración Trump reunifica a cuentagotas a niños separados de sus familias, sin cumplir plazo de juez

La Administración ha cedido a presiones para encontrar alternativas a la detención indefinida de inmigrantes bajo custodia de ICE

Una vigilia de oración frente a Casa Padre, un centro para niños inmigrantes en Texas.

Una vigilia de oración frente a Casa Padre, un centro para niños inmigrantes en Texas. Crédito: Spencer Platt/Getty Images

WASHINGTON— La Administración Trump continuaba este martes a cuentagotas un lento proceso de reunificación de 102 niños menores de cinco años que fueron separados de sus padres en la frontera sur el mes pasado, agravando la ansiedad y zozobra de padres inmigrantes que exigen ver pronto a sus hijos.

Durante una audiencia hoy ante el juez federal en San Diego (California), Dana Sabraw,  las autoridades federales indicaron que sólo cuatro niños inmigrantes, de un total de 102 menores de cinco años bajo custodia federal, habían sido entregados a sus padres antes del plazo de hoy que el magistrado había dado para su reunificación.

Otros 34 niños podrían ser entregados antes de que concluya la jornada de hoy, pero la cifra se queda corta ante el plazo que había dado Sabraw para todos los 102 menores de cinco años.

El siguiente plazo será para la reunificación del resto de los cerca de 3,000 niños y jóvenes dispersos en los albergues de la Oficina de Reasentamiento de Refugiados (ORR) del Departamento de Salud y Recursos Humanos (HHS), y que permanecen en limbo.

Sabraw realizó hoy una audiencia con las partes en litigio para obtener datos actualizados del caso de los menores de cinco años, y dejó en claro que no extenderá los plazos para la reunificación familiar. 

“Estos son plazos firmes, no son aspiraciones” y el gobierno tiene que agilizar los pasos, según Sabraw.

Según documentos oficiales, de los cuatro niños regresados con sus padres, uno fue entregado a un padre puesto en libertad por la Oficina de Inmigración y Aduanas (ICE), dos fueron entregados a sus padres que también están libres –aunque con cónyuges aún bajo custodia o deportado-, y el último fue deportado junto con su hermano mayor, con el permiso de su padre aun detenido.

De los 64 niños menores de cinco años restantes, 51 tienen a padres aún en centros de detención de ICE y que reúnen los requisitos para la reunificación, incluyendo los 34 que ya fueron sometidos a una revisión de antecedentes y a pruebas de ADN para confirmar su parentesco.

Ante críticas de grupos cívicos de que los niños fueron trasladados lejos de sus padres de forma cruel y deliberada, la reunificación se llevará a cabo cerca a los albergues donde están alojados los menores, y los padres puestos en libertad tendrán que utilizar grilletes electrónicos en los tobillos para su monitoreo, según ICE.

Durante una llamada telefónica con periodistas, Matthew Albence, un subdirector a cargo de las operaciones de detención y deportación de ICE, precisó que las familias puestas en libertad pasarán a un programa de detención alternativa, que obligará a los padres usar esos dispositivos electrónicos.

Es, por lo demás, el reclamo que han hecho durante años líderes demócratas y activistas de la comunidad inmigrante, al asegurar que hay alternativas más humanas y menos costosas a la detención indefinida de los inmigrantes indocumentados.

Por su parte, HHS explicó en un comunicado el proceso de reunificación y afirmó que algunos padres no recuperarán a sus hijos por tener antecedentes relacionados con abuso infantil, contrabando de menores, delitos de drogas, condenas por robo, o cargos de homicidio. En algunos casos,  los adultos admitieron que en realidad no eran los padres de los menores en cuestión.

Entre los padres que tampoco califican para la reunificación a corto o largo plazo figuran algunos que ya fueron deportados, o están en cárceles locales o estatales; otros que reciben tratamiento por enfermedades contagiosas, y otros para los cuales no se ha establecido parentesco, según HHS.

La agencia dijo que trabajará con los demandantes para determinar qué hacer en el caso de padres que ya fueron deportados.

La Unión de Libertades Civiles de EEUU (ACLU), que entabló una demanda colectiva contra la separación de familias y logró el fallo favorable de Sabraw el pasado 26 de junio, celebró hoy que el magistrado se haya mantenido firme con la Administración para que cumpla con los plazos, o afronte posibles sanciones.

“El tribunal no podría haber sido más claro de que no es aceptable seguir con lo de siempre.  La Administración Trump debe reunificar a los niños con sus padres”, dijo Lee Gelernt, subdirector del Proyecto de Derechos de los Inmigrantes de la ACLU.

El grupo cívico entabló una demanda para exigir la reunificación de “Ms L”, una madre congolesa, con su hija de siete años, que había sido separada y trasladada a 2,000 millas de distancia. Ambas fueron reunificadas en marzo pasado, pero la demanda colectiva ahora incluye a otros inmigrantes y prosigue su curso en los tribunales.

Según las instrucciones de Sabraw, las pruebas de ADN sólo podrán hacerse cuando haya una razón genuina para dudar del parentesco de padres e hijos y no existan otros medios para comprobarlo, y las pruebas no podrán ser archivadas en las bases de dato del gobierno federal.

Sabraw ha programado otra audiencia para el próximo viernes, y pidió que la Administración ponga en marcha un plan eficaz para verificar la identidad de las familias y reunificarlas cuanto antes posible.

Además de tener que cumplir con las órdenes de agilizar la reunificación de las familias, la Administración Trump sufrió otro revés ayer después de la jueza federal en Los Angeles (California), Dolly Gee, rechazará la solicitud del gobierno de modificar el llamado “Acuerdo Flores” de 1997 para permitir la detención prolongada de las familias.

Gee afirmó que la exigencia de la Administración de alterar el acuerdo -que prohíbe la detención de menores por más de 20 días- es un “esfuerzo cínico” de evadir responsabilidad por la política migratoria y echar la culpa al sistema judicial.

Antes de emprender una gira por Europa, el presidente Donald Trump defendió su política de “tolerancia cero” en la frontera y reiteró que la “solución” a la crisis en la frontera y la separación de familias es que la gente “no entre a nuestro país ilegalmente”.


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