El ‘suegro incómodo’ del príncipe Harry amenaza con seguir hablando
No dejará de dar exclusivas hasta ver a su hija
Desde que concediera su primera entrevista al programa ‘Good Morning Britain‘, las apariciones -pagadas- del padre de Meghan Markle se han convertido en un dolor de cabeza para la siempre rígida monarquía británica y, aún peor, parece que se van intensificando según pasa el tiempo.
Esta semana Reino Unido se despertaba con la noticia de que el suegro del príncipe Harry había hablado largo y tendido con el tabloide The Sun acerca de cómo la flamante duquesa de Sussex ya no respondía sus llamadas telefónicas y de su preocupación ante la presión a la que sospechaba que estaba siendo sometida su hija ahora que es la flamante duquesa de Sussex. Apenas unos días después ha vuelto a la carga eligiendo como altavoz el portal TMZ, un medio célebre por destapar los escándalos de las celebridades, para defender su comportamiento hasta la fecha y lanzar un claro mensaje: solo se callará cuando reciba el trato que cree merecer.
“Estuve callado durante todo un año y la prensa me destrozó a diario diciendo que era una especie de ermitaño que se escondía en México, así que conté mi historia. Al parecer esa entrevista hizo que la familia real se pusiera en modo silencio… así que concedí otra para romper ese silencio”, se justifica ahora el antiguo director de fotografía. “Lo único que deben hacer es hablar conmigo”.
La perspectiva de convertirse el mayor quebradero de cabeza al que la monarquía británica se ha enfrentado en muchos años es una idea que divierte enormemente a Thomas Markle, que en sus últimas declaraciones se quejaba de no haber sido invitado a conocer a la reina Isabel II, como sí tuvo oportunidad de hacer su exmujer y madre de Meghan.
“Mañana es mi cumpleaños, cumpliré 74 años. Y la verdad es que estoy disfrutando del hecho de que pueda hacer callar a toda la monarquía y puede que incluso le arranque una carcajada a la Duquesa”, ha bromeado con cierta amargura, quizá porque es consciente de que las probabilidades de que su hija elija precisamente ese día para retomar el contacto son escasas.