Dolores Padierna, el polémico alfil de AMLO en la Cámara de Diputados
La polémica política izquierdista busca liderar la bancada morenista
MÉXICO – Aún no arranca la nueva legislatura en la Cámara de Diputados y ya alzó la mano Dolores Padierna, una polémica veterana de la izquierda quien pretende dirigir la bancada del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena).
La fuerza de Morena en el legislativo será una de las más grandes en la historia de México y se perfila para dar el sí a los cambios que pretende hacer el futuro presidente de Mexico, Andrés Manuel López Obrador.
Padierna (CDMX, 1958), quien aún es senadora y diputada electa, presentó en las últimas horas su plan de austeridad que implica, entre otras medidas, “eliminar gastos superfluos en la Cámara de Diputados” que permitiría ahorrar en pesos el equivalente a 152 millones de dólares que equivalen al 32.6% del presupuesto anual.
“La austeridad no es una ocurrencia ni una moda o un slogan de campaña, por lo que se deben eliminar esas prácticas y aplicar el principio de ‘austeridad republicana”’, advirtió Padierna en réplica al discurso de López Obrador y en busca de simpatizantes que apoyen su dirección que sería determinada por votación cerrada en el partido.
Padierna planteó eliminar la renta de vehículos, cortar prestaciones y dietas y bajar los salarios a legisladores y a 687 funcionarios de la Cámara baja que perciben hasta tres veces más que los diputados electos con salarios de hasta 200,000 dólares anuales.
El plan de Padierna – la economista que renunció al PRD, el partido que fundó y milito por 30 años, para apoyar la campaña de Andrés Manuel López Obrador– es un ajuste congruente a la próxima administración federal y sería un plan a su favor de no ser porque ella misma se ha beneficiado por décadas de los privilegios que hoy critica.
Ha sido diputada federal (la próxima legislatura será por segunda vez), constituyente de la Ciudad de México y Senadora y en ninguna ocasión renunció a los benéficos que daban estos cargos a pesar de que algunos correligionarios lo hicieron.
Por otro lado, la persigue la sombra de su esposo, René Bejarano, quien en pleno gobierno de AMLO en la CDMX (antes el Distrito Federal) tuvo que enfrentar el desafuero por recibir dinero del empresario argentino Carlos Ahumada para las campañas políticas de 2003.
En un video divulgado a través de la televisión, Bejarano fue captado embolsándose varios fajos de billetes amarrados con ligas.
En ese tiempo, Bejarano era diputado en la Asamblea Legislativa local y su cargo anterior había sido sectetarii particular del López Obrador y aunque fue encarcelando “siguió moviendo los hilos incluso desde el Reclusorio Sur: sus seguidores hacían guardias afuera de la cárcel por si su jefe necesitaba o requería algo. Libre, retomó el control, pero con un bajo perfil, era difícil la defensa pública, pues la exposición de esos videos lo marcó”, observó Esperanza Barajas, analista política y columnista nacional.
Bejarano y Padierna han dicho que el tema está saldado, que ya él fue exonerado porque no se le confirmó el delito de lavado de dinero y que, en cambio, han operado con éxito a favor de Morena: en las penúltimas elecciones su gente se hizo de la victoria en cuatro delegaciones de la CDMX: Cuauhtémoc, Azcapotzalco, Tlalpan y Xochimilco.
Con todo Padierna se siente con fuerza para hacerse del control de la Cámara Baja. “A diferencia de otros tengo la capacidad, la experiencia, la idea clara, la responsabilidad política y parlamentaria, porque no hay un solo voto que haya dado por el que me puedan reclamar o señalar en 40 años de mi carrera política”.