Malos hábitos laborales
¿Te sientes aislado en tu trabajo? ¿Has estado estancado en la misma posición por años?
Ciertos hábitos laborales pueden actuar en contra del trabajador y su reputación. En algunos casos es la falta de puntualidad del empleado; en otros, la manera de relacionarse con sus compañeros, o la calidad de su trabajo. La manera de trabajar de un individuo puede impactar negativamente su reputación, sin que este siquiera lo note.
Estos son algunos hábitos que podrían estar perjudicando tu reputación laboral.
1. Uso inapropiado de la computadora. Los empleados reciben un sueldo por su trabajo, no por jugar al solitario, o postear fotos en Instagram. En la actualidad, las empresas pueden ver los sitios que el trabajador visita y cuánto tiempo invierte en las redes sociales, o simplemente pueden visitar sus páginas de Facebook, Twitter o Instagram y leer los comentarios que hacen durante el horario de trabajo.
2. Negatividad. Tratar mal a los compañeros, criticar y quejarse constantemente, o por el contrario, aislarse y no hablar con nadie en la oficina son definitivamente malos hábitos que pueden costarte el empleo. Trata de mantener una actitud cordial con tus compañeros y limita las críticas al mínimo posible.
3. Trabajar siempre hasta tarde o llevarse trabajo al hogar. Si bien la intención es buena y nace de un intento de complacer a un supervisor o supervisora, y terminar las asignaciones, trabajar largas horas puede actuar en contra del trabajador. Cuando un individuo trabaja demasiadas horas, termina quemado o agotado, y esto se ve en su desempeño y en la calidad de su trabajo. Un trabajador agobiado tiene más posibilidades de cometer errores, de que otros compañeros se aprovechen de su buena intención, y de que siempre esperen más de él. A menos que la urgencia lo amerite, siempre es mejor dejar el trabajo en la oficina y continuar al día siguiente.
4. Higiene y mala apariencia. Las empresas contratan a sus trabajadores por su experiencia, conocimiento y habilidades, pero el aspecto físico puede influir en la imagen que proyecta el individuo. Si quieres dar una buena impresión y ser considerado por tus superiores, asegúrate de ofrecer un aspecto profesional, siempre viste ropa limpia y adecuada para el tipo de trabajo que realizas.
5. Mala comunicación. Nunca asumas que tus compañeros o supervisores saben a qué te refieres, que te entienden o que están informados, porque podrías estar en un error. También, si tu supervisor te ofrece una crítica constructiva, presta atención y agradece la sugerencia, en lugar de sentirte ofendido.
Una actitud abierta y positiva es la llave de una carrera exitosa.