¿Su plan? Plantar cara a los préstamos predatorios

James Gutierrez creó Aura para ofrecer pequeños préstamos asequibles a personas que viven de espaldas a la banca tradicional

James Gutierrez, fundador de Aura.

James Gutierrez, fundador de Aura. Crédito: Cortesía | Cortesía

Cuando cursaba sus estudios superiores James Gutierrez empezó a interesarse en las dificultades de muchas personas que viven al margen del sistema bancario tradicional, sin historia crediticia. “Si no se tiene una calificación de crédito es como si uno no existiera, no se tienen oportunidades, no se puede financiar un negocio, una casa”, explica para aclarar que es un problema que tienen muchos hispanos.

Él es descendiente de mexicanos establecidos en el sur de California, en una comunidad humilde. Su padre quiso que estudiara y que trabajara por su comunidad. Lo primero lo hizo llegando a Yale, para cursar economía, y a Stanford. Con su empresa, Aura, quiere hacer lo segundo.

Aura, que hasta hace unas semanas se llamaba Inskit, es una Institución Financiera de Desarrollo  Comunitario (CDFI) que gracias a la tecnología permite que personas que están fuera del sistema bancario, quienes apenas tienen historial crediticio o tengan una calificación baja, puedan acceder a un préstamo de baja cantidad. Con este dinero no solo pueden hacer frente a gastos inesperados sino también dar pasos para conseguir sus sueños.

Aura ofrece opciones de menor costo y más flexibilidad en el pago que los casi ubícuos payday loans o préstamos del día de pago que exigen la devolución de lo acreditado en 15 o 30 días (cuando se cobra el salario) y con una tasa de interés anual que en muchos casos excede el 400%. “Nuestra tasa máxima es del 36%, contando con la comisión de inicio del préstamo, es decir, si se toman $1,000 prestados a un plazo de 12 meses el costo es $240”, explica Gutierrez.

Evitar que las opciones de quienes más necesitan estas pequeñas cantidades sea un acuerdo predatorio es lo que mueve a Gutierrez quien empezó a construir esta empresa en 2012.

No era la primera vez que desembarcaba en un proyecto empresarial. Cuando salió de Yale, a los 21 años puso en marcha una empresa de tecnología para ayudar a estudiantes a buscar empleos. No funcionó y se centró en su inquietud sobre el acceso al capital por parte de las personas al margen de la banca.

Tras conseguir su MBA en Stanford puso en marcha una empresa llamada Progreso Financiero que ofrecía un pequeño préstamo personal. “Me ayudó a entender cómo presentar y poner en el mercado latino un préstamo pequeño y accesible. “El problema que teníamos con Progreso es que teníamos nuestros propios locales, algunos dentro de supermercados, más de 100 en tres estados pero mantener tiendas y dar créditos personales unsecured (sin garantías) era un camino muy difícil para ampliar en más estados”, explica.

Es una propuesta cara y su idea seguía siendo competir con una industria, la de los préstamos payday, que están ubicados en miles de tiendas en todo el país. “Necesitábamos ser escalables (tener crecimiento y ampliar su radio de acción) y ser accesibles”, explica. Para llegar a cuantos más competidores fuera posible la opción que tenía era la de usar la tecnología. Gutierrez dejó la dirección de Progreso Financiero, que ahora se llama Oportun, y puso en marcha Aura, una empresa que tiene la tecnología para tomar la decisión de aprobar un crédito personal.

Los primeros préstamos se concedieron a finales de 2014 y desde entonces el crecimiento ha sido exponencial. Ahora tienen más de 160,000 clientes activos. “Es una empresa más grande, puede servir a más gente”.

Aura funciona a través de socios que ya tienen sus locales comerciales como la empresa de remesas Dolex o la cadena de supermercados Northgate González. Los empleados de estas tiendas son los que presentan los préstamos y mandan la aplicación pero es el sistema de Aura el que analiza la concesión del crédito.

“Para la mayor parte de nuestros consumidores, hablar con una persona es importante y esa es una de las razones por la que tenemos esos socios”, dice Gutierrez. Los clientes pueden mandar su documentación en la web o hacerlo a través de esos centros y el préstamo se puede depositar en una cuenta o recogerlo en un cheque en la tienda.

“La mayoría suele querer ir a la tienda y hablar con la persona que les ha informado — muchas de ellas bilingües– para firmar todos los documentos en la tableta y recibir el dinero”, dice. Luego se convierten en clientes de Aura en sociedad con la tienda. “Con el socio compartimos parte de la comisión o ingresos del préstamo por tomar la información tener la relación cara a cara con el cliente y dedicar tiempo a ello”.

De momento Aura está en California, Arizona, Texas e Illinois. La idea de Gutierrez es expandirse por toda la geografía del país. Para operar en Nueva York necesitarían un cambio legislativo o excepción porque están prohibidos las tasas por encima del 25%.

A la hora de valorar el riesgo crediticio de sus clientes, que no suelen tener historia crediticia o calificación baja, Aura se fija en el potencial del cliente. “Vemos hasta dónde llegan sus sueños, por eso dimos un nombre a la empresa porque queremos conectar con los clientes de muchas maneras para mandar el mensaje que de nos preocupamos por ellos”.

“Buscamos potencial y ética”, aclara. A la hora de describir el perfil de su cliente, Gutierrez comenta que la mayoría habla español y tienen un promedio de ingresos de $30,000 anuales.

“El análisis se centra en el tipo de persona que es, el número de dependientes, las personas que viven en la casa, sus ingresos, les preguntamos por sus gastos, sus deudas… Se aplican un gran número de variables para calificar a gente que la banca nunca aprobaría y dales la oportunidad de tener un crédito y reportar a los bureaus para que puedan construir su credit report”, explica el fundador de la empresa.

Pese a que son métodos no tradicionales de análisis de riesgo Gutierrez explica que apenas tienen una tasa de pérdidas del 10% en créditos a una población en la que la banca estima que puede perder del 25% al 30% de ellos.

Actualmente trabajan en Aura unas 140 personas y se han levantado $100 millones para capitalizar la empresa y seguir creciendo. El grupo coppel de México han sido líderes en una ronda de capital y ellos han invertido $50 millones.

Los préstamos se financian con bonos sociales que se emiten en meses alternativos porque Aura no es un banco y no tiene depósitos. “Si fueramos un banco no podríamos hacer estos préstamos y es para lo que estamos”, asegura Gutierrez, es su manera de seguir lo que su padre le inculcó.

Préstamos

  • De $300 a $4,000
  • Plazos de 12 y 14 meses
  • No hay penalidad por pago adelantado
  • Se abonan cuotas cada 15 días y se reduce el interés y capital principal
  • Se informa a los bureaus de crédito para construir historia crediticia.

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