¿Cuáles son los pros y contras de inyectarse bótox en la cara?
Se ha convertido en uno de los tratamientos más usados en la cirugía estética
El bótox contribuye a desaparecer las arrugas faciales. Por eso, después de cierta edad, muchas personas optan por inyectarse esta neurotoxina.
El botox procede de una toxina llamada toxina botulínica, la cual era usada para tratar algunos espasmos como tics nerviosos o estrabismo.
Con el tiempo, los médicos descubrieron que dicha toxina contribuía a la desaparición de las arrugas, y esto revolucionó el campo de la cirugía estética. Pero, ¿cuáles son los pros y contras de usar bótox para el tratamiento de la belleza?
Pros del bótox
La ventaja principal es que contribuye a eliminar las arrugas de la cara. Es una cirugía estética que se puede realizar en cualquier época del año, y no tiene límite de edad. La piel queda más lisa, recobrando su aspecto natural.
Es una cirugía que no conlleva riesgos, pues el músculo se relaja parcialmente, y tampoco distorsiona la forma de la cara, ni afecta en la gesticulación, claro está, si es una cirugía bien hecha.
Si se realizaron todos los exámenes previos, no hay riesgos de padecer de reacciones alérgicas al bótox, y al ser una cirugía sencilla, solo una hora después de la misma, es posible regresar a las actividades cotidianas.
Contras de la neurotoxina
En ocasiones puede haber una parálisis parcial o transitoria en el paciente. Puede existir un adormecimiento parcial de algunas partes del rostro, como en la frente o en los párpados. En estos casos, los efectos son momentáneos.
Hay que tener en cuenta que muchos de los problemas que han ocurrido con este tipo de tratamiento se debe a una mala praxis. Por este motivo, es importante realizar la cirugía en una clínica especializada, y consultar a diferentes expertos en la materia.
El bótox ha revolucionado la cirugía estética, y es una cirugía sencilla. Contribuye a mantener la piel sana, elimina las arrugas y ayuda al bienestar emocional de las personas.
Pero a su vez, es importante evaluar muy bien la reputación de la clínica y del especialista para evitar complicaciones por una mala praxis. Y en definitiva, hay que evitar los tratamientos caseros, es decir, inyectarse bótox por cuenta propia o que otra persona sin la experticia necesaria lo haga.