De 4 a 12 años de cárcel para joven rusa estafadora que se burló de Nueva York; HBO adaptará su vida
Robó más de $200 mil dólares en bienes y servicios haciéndose pasar por una millonaria heredera
Anna Sorokin, una joven ruso germana de 28 años que engañó a la alta sociedad neoyorquina haciéndose pasar por la heredera de una gran fortuna en Alemania, fue condenada ayer a entre 4 y 12 años de cárcel.
El mes pasado un jurado la halló culpable de varios delitos, entre ellos gran robo en segundo grado, principalmente por defraudar a hoteles y bancos, en una historia de película sobre una red de mentiras e ingenuidad, que será llevada a la pantalla por la cadena HBO.
El Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) buscará deportar a Sorokin a Alemania luego de su liberación, pues sobrepasó su visa de 2017, informó CBS.
Bajo el nombre falso de Anna Delvey, la joven de origen ruso cultivó por años la amistad de las élites de Nueva York, frecuentando los mejores establecimientos, donde dejaba sin pestañear propinas de $100 dólares.
Pero Sorokin cayó en desgracia en 2017, cuando fue arrestada tras haber dejado sin pagar una factura de $11,518 dólares en un hotel de lujo.
Desde octubre de ese año, la joven estafadora ha estado presa en Nueva York, acusada de defraudar a hoteles, de engañar a un banco para que le diese una línea de crédito de $100 mil dólares y de mentir para tratar de lograr un préstamo millonario.
En total, se calcula que con sus triquiñuelas robó más de $200 mil dólares en bienes y servicios, según las autoridades.
El gran proyecto de Sorokin era abrir en Manhattan un espectacular club privado, una inversión de más de $40 millones de dólares y que iba a diseñar Gabriel Calatrava -hijo del famoso arquitecto español-, a quien conoció en octubre de 2015 y que terminó por testificar en el juicio en contra de la joven, apuntó EFE.
La supuesta fortuna familiar de Sorokin nunca apareció por ningún sitio, porque no existía. Según varios medios, su padre es un antiguo camionero ruso que emigró a Alemania con su familia y que tiene un pequeño negocio de calefacción y aire acondicionado.
Durante el juicio, sus abogados trataron de presentarla como una emprendedora que buscaba triunfar en Nueva York, pero el jurado terminó por declararla culpable de varios delitos, aunque la eximió del más grave, el de falsificar documentos para tratar de lograr un gran préstamo bancario.