Un “ataúd” nuclear puede estar contaminando el Océano Pacífico, dice el jefe de la ONU
Este almacén de basura radiactiva abandonado puede contaminar el océano Pacífico y quizá el planeta
El Secretario General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), António Guterres, expresó su preocupación el jueves por el hecho de que una cúpula de hormigón construida el siglo pasado para contener los desechos de las pruebas de bombas atómicas, está filtrando material radioactivo hacia el Pacífico.
En declaraciones a estudiantes en Fiji, Guterres describió la estructura del atolón de Enewetak en las Islas Marshall como “una especie de ataúd” y dijo que era un legado de las pruebas nucleares de la Guerra Fría en el Pacífico, reporta CBS News con información de la AFP.
“El Pacífico fue víctima en el pasado, como todos sabemos”, dijo, refiriéndose a las explosiones nucleares llevadas a cabo por Estados Unidos y Francia en la región. En las Islas Marshalls, numerosos residentes fueron evacuados a la fuerza y reasentados, mientras que miles más fueron expuestos a la lluvia radiactiva.
La nación isleña fue la base para 67 pruebas de armas nucleares estadounidenses de 1946 a 1958 en los atolones de Bikini y Enewetak, cuando el país estaba bajo la administración de Estados Unidos. Las pruebas incluyeron la bomba de hidrógeno “Bravo” de 1954, la más poderosa jamás detonada por Estados Unidos, unas mil veces más grande que la bomba atómica lanzada sobre Hiroshima.
Guterres, quien está de gira por el Pacífico Sur para crear conciencia sobre los problemas del cambio climático, dijo que los isleños del Pacífico todavía necesitan ayuda para enfrentar las consecuencias de los ensayos nucleares.
“Las consecuencias de estos han sido bastante dramáticas, en relación con la salud, en relación con el envenenamiento de las aguas en algunas áreas”, dijo. “Acabo de estar con la Presidenta de las Islas Marshall (Hilda Heine), que está muy preocupada porque existe el riesgo de fugas de materiales radioactivos que están contenidos en una especie de ataúd en el área”.
El “ataúd” es una cúpula de hormigón, construida a fines de la década de 1970 en la isla Runit, parte del atolón de Enewetak, como un vertedero de desechos de los ensayos nucleares. El suelo y las cenizas radioactivas de las explosiones se vertieron en un cráter y se cubrieron con una cúpula de hormigón de 45 cm de espesor.
Sin embargo, solo se concibió como una solución temporal y el fondo del cráter nunca se cubrió, lo que provoca temores de que los desechos se filtraran hacia el Pacífico.
Las grietas también se han desarrollado en el concreto después de décadas de exposición y existe la preocupación de que pueda romperse si es golpeado por un ciclón tropical.
Guterres no abordó directamente lo que debería hacerse con la cúpula, pero dijo que la historia nuclear del Pacífico aún debía ser abordada.
“Se debe hacer mucho en relación con las explosiones que tuvieron lugar en la Polinesia Francesa y las Islas Marshall”, dijo. “Esto está relacionado con las consecuencias para la salud, el impacto en las comunidades y otros aspectos.”