Editorial: Otro enemigo de los inmigrantes
Ken Cuccinelli, designado por Trump para coordinar su política migratoria, se caracteriza por su extremismo
El nuevo coordinador de la política migratoria de la Casa Blanca, Ken Cuccinelli, cumple con todos los requisitos para integrar una administración caracterizada por un rabioso extremismo. Basta decir que es un admirador del congresista Steve King, y que en una ocasión bromeó en la radio comparando la separación de familias inmigrantes, en una conversación sobre la exterminación de ratas.
El presidente Donald Trump está frustrado con los acontecimientos en la frontera. El mandatario está convencido que no hay una mano suficientemente dura para enfrentar la oleada de familias que llegan a EEUU, pidiendo refugio de la violencia y la pobreza. El asesor presidencial, Stephen Miller, lo convenció que el fracaso de las políticas, como la división de familias, se debe que no siguen los deseos del Presidente en las varias áreas de gobierno en que se reparte la labor migratoria.
Para eso designó a Cuccinelli, un exsenador y procurador estatal de Virginia con una carrera repleta de declaraciones y propuestas escandalosas. El designado será un alto funcionario de la Casa Blanca y del Departamento de Seguridad Interna (DHS), cuya labor aparentemente es organizar la comunicación y planeamiento con los departamentos de Defensa, Justicia y Salud.
Cuccinelli en el pasado propuso que se pueda despedir a quien no habla inglés en el trabajo y prohibir a los estudiantes indocumentados en las universidades. Además de decir que su “favorito” es King, un supremacista blanco que comparó a los inmigrantes con perros.
La inmigración no es el único terreno para expresar barbaridades. Como procurador se opuso a derogar una ley arcaica prohibiendo la sodomía, cree que ser gay es destruir su propia alma, dijo que Obama es un extranjero y que no existe el cambio de clima. Para La Cámara de Comercio, es un extremista que no mereció su respaldo en su pasada candidatura a gobernador de Virginia.
En la lista de candidatos para el cargo estaba el exsecretario de Estado de Kansas, Kris Kobach. Él dirigió la fracasada comisión presidencial a cargo de demostrar que Hillary Clinton obtuvo más votos que Trump gracias a votantes ilegales.
Kobach se tomó en serio la designación de ser el “zar” de la inmigración, sus exigencias y ambición de poder ,aparentemente lo dejaron fuera del cargo.
Con esta designación se esfuma toda pretensión de civilidad -aunque haya sido sea inaceptable- con la propuesta legislativa presentada por Jared Kushner.
La presencia de Cuccinelli a cargo de la coordinación de la política migratoria de la Casa Blanca garantiza un vociferante extremista en la primera línea para seguir la persecución de los inmigrantes. Dios los cría, Trump los junta.