La “Chapodiputada”, examante de “El Chapo”, vive un infierno tras declarar contra él

Lucero Guadalupe Sánchez López, mejor conocida como la “Chapodiputada”, examante de Joaquín “El Chapo” Guzmán Loera, pensó que tendría mejor suerte con las acusaciones en su contra tras declarar contra su expareja sentimental en la Corte del Distrito Este de Nueva York, con sede en Brooklyn.

Sin embargo, será hasta el 5 de junio cuando tenga su próxima audiencia judicial donde podría perfilarse el “premio” que le corresponde por declarar contra el Cártel de Sinaloa.

Ella, al igual que otros 13 cooperantes, firmaron acuerdos con fiscales federales para beneficiarse si ayudaban a construir el caso contra Guzmán Loera, quien espera sentencia el 25 de junio.

A diferencia de los fiscales que pidieron reducir significativamente la sentencia contra Vicente Zambada Niebla –de cadena perpetua a 17 años como máximo–, Sánchez López, quien fue diputada en Sinaloa, sigue en espera de saber cómo será beneficiada.

El ayudante del fiscal que lleva su caso, Anthony Nardozzi –quien fue partel del equipo en el juicio contra Guzmán Loera– hizo peticiones al juez Rudolph Contreras hace un par de meses, para mejorar las condiciones de la mexicana cuyo caso se sigue en una corte federal en Washington, D.C.

La sentencia máxima contra la “Chapodiputada” es de cadena perpetua, pero la intención es que se reduzca el castigo.

Su abogada Heather Shaner afirmó que su clienta vive “un infierno” desde que declaró contra Guzmán Loera y los problemas de estrés y ansiedad aumentaron desde que estuvo en Nueva York.

Agregó que uno de los detonantes fue que en la prisión de Brooklyn, donde estuvo encerrada durante dos semanas, fue aislada sorpresivamente, además de que padeció –como todos los internos– el apagón de invierno que impidió mantener la calefacción en el inmueble.

Desde que fue detenida en 2017, cuando intentó ingresar a Estados Unidos, Sánchez López ha dicho que padece ansiedad y estrés, ya que teme por su vida, aunado a que no ha podido ver a sus dos hijos, incluido uno supuestamente de Guzmán Loera.

Además de su testimonio, la “Chapodiputada” dio acceso a las cartas que Guzmán Loera le envió y donde se habla de tráfico de drogas, aunado a que las misivas fueron utilizadas para el análisis de documentos que confirmaron el envío de cartas del narcotraficante.