Gordofobia, una celebridad de Instagram habla claro sobre el odio a los gordos
En redes sociales hay fotos de cuerpos para todos los gustos
Virgie Tovar es una autora, activista y una de las principales expertas y docentes de la nación en discriminación de grasa e imagen corporal. Ella es la fundadora de Babecamp, un curso en línea de 4 semanas diseñado para ayudar a las personas que están listas para romper con la cultura de la dieta.
La celebridad de las redes sociales que defiende estar a gusto con su cuerpo, pesa alrededor de 115 kilos y se niega a hacer dieta, usa pantalones cortos y come sin plantearse cuánto odio recibe a lo largo del día.
Admite que ha experimentado y presenciado mucha gordofobia.
La gordofobia podría definirse como un sentimiento de repulsión hacia quienes sufren exceso de peso y se apartan de los patrones estéticos establecidos”, subraya a El País el doctor Néstor Benítez, dietista-nutricionista especializado en tratar trastornos alimentarios y profesor del Grado en Nutrición Humana y Dietética de la Universidad Isabel I.
Esta es una forma de intolerancia que equipara la gordura con la fealdad, la inferioridad y la inmoralidad. En el libro que ha escrito Tovar, la autora habla mucho sobre cómo el hecho de ser gordo ha dado forma a su vida.
Tovar destaca que la gordofobia tiene múltiples dimensiones y cómo no solo se mueve hacia afuera, de nosotros a los demás. Se mueve hacia adentro, desde nuestra cultura hacia nosotros mismos.
Los investigadores que estudian el estigma han encontrado que conduce a la depresión y la ansiedad, así como a la disminución del acceso al empleo, la amistad, las oportunidades románticas y la sensación de que uno no es aceptado en ningún ámbito en general.
Según declara la propia Tovar, ella ha encontrado a hombres que se le acercaban con interés en iniciar una relación sexual privada, pero no un romance público. También ha visto que es más difícil encontrar trabajo con oportunidades de promoción porque los empleadores asocian la gordura con la pereza.
Ella aboga por el derecho de cada persona, independientemente de su tamaño, a vivir una vida libre de discriminación.
Por eso, en este contexto de burlas y discriminaciones, nació el fat pride (orgullo gordo), un movimiento para erradicar la idea de que las curvas están mal.
En el extremo opuesto, aparece un nuevo concepto de trastorno alimentario llamado megarexia, que lleva a algunos a encontrar agradable ser obeso.
Aparecen debates a favor y en contra de hechos y aspectos que, en ocasiones, no podemos cambiar. No olvidemos que hay un componente genético, metabólico, que determina nuestro peso sobre la báscula.
Pero estas posiciones en contra de la libertad de cada uno también se muestran con otros colectivos, por ejemplo los que reivindican el derecho a fumar tabaco, beber alcohol y consumir drogas.
Nadie está libre de ser juzgado.