Medidas impuestas por Trump a México no logran detener éxodo migratorio a EEUU. Esto fue lo que vimos
Todavía falta la llegada de cerca de 6,000 miembros del ejército mexicano a la frontera con Guatemala
Mientras el presidente Donald Trump sigue amenazando a México con los aranceles si el acuerdo migratorio al que llegaron los dos países no se cumple, la realidad en la frontera con Guatemala no mejora.
El acuerdo ‘in extremis’ entre México y Estados Unidos ha llevado a un refuerzo de los controles migratorios en la frontera con Guatemala con inspecciones de vehículos y una presencia más visible de las fuerzas de seguridad que, no obstante, no ha zanjado por completo el flujo de migrantes.
Tal y como constató Efe, es notorio el incremento de Policía Federal, militares, marinos y agentes del Instituto Nacional de Migración (Inami), quienes se han instalado en 11 municipios del sur de Chiapas.
Tal y como constató Efe, se han instalado al menos seis puestos de revisión en la zona costera de Chiapas, donde continúa la revisión de camiones, transporte público, federal y particular para evitar el flujo de migrantes ilegales.
Dichos retenes están prácticamente funcionando todo el día, pues empiezan a las 6 de la mañana y terminan sobre las 9 de la noche.
El refuerzo de elementos de seguridad es sustancial, y los controles más exhaustivo, y eso que todavía no han llevado los elementos de la Guardia Nacional.
Serán más de 6,000 elementos que el Gobierno mexicano prometió desplegar para frenar el flujo migratorio y así calmar el temperamental presidente de Estados Unidos, quien mantuvo en vilo a México toda la semana pasada con el anuncio de imponer aranceles este 10 de junio si no se frenaba la llegada de migrantes a Estados Unidos.
Este lunes, el canciller, Marcelo Ebrard, recordó que el despliegue ya estaba previsto por el gobierno federal, pero ahora será “más rápido”.
Eloina Hernández, presidenta municipal de la fronteriza Suchiate, comentó que si bien esperan la llegada de la Guardia Nacional, su eventual presencia ya ha puesto a los pobladores nerviosos e inseguros.
Temen que no solo acudan a la región para “llevarse” a migrantes, sino que además, obstaculicen el progreso del municipio empresario y exportador.
“Estamos pendientes de que la Guardia Nacional arribe tal vez el día de hoy (lunes) o mañana, sí hay preocupación grande en el comercio formal de Suchiate como todos saben Suchiate es la puerta del comercio donde pagamos nuestros impuestos, pero acostumbran a pasar la mercancía en lancha, de cerrar esta vía, se perdería mucho económicamente”, afirmó.
No obstante, y pese a estos temores, la alcaldesa ya ha ordenado la donación de 3 hectáreas de terreno libre para el asentamiento de la Guardia Nacional, que se centrará en vigilar 24 puntos “rojos”.
Pese al refuerzo de las fuerzas de seguridad en las últimas horas, persiste el flujo de migrantes.
La mayoría de ellos se trasladan con sus familias, llevan consigo de uno a tres niños, muchos de ellos menores a 15 años, lo que dificulta el viaje y pone en riesgo más vidas.
Además, muchos adolescentes no viajan siempre con sus familias, y escapan de la violencia en sus países de origen.
La mayoría son de Centroamérica, especialmente de Honduras y El Salvador, y a lo largo del camino enfrentan innumerables peligros y abuso de autoridades.
“La policía de Guatemala los bajó y los deportaron y nos dijeron que juntáramos 800 quetzales (101,4 dólares), o no nos iban a dejar ir. Nos estaban sobornando y como pudimos lo conseguimos. Éramos como 100, venían madres, niños. Todos dimos 10 quetzales (1,3 dólares)”, contó a Efe Alexis Omar, originario de San Pedro Sula, Honduras.
En la frontera se habla esos días de que el despliegue de fuerzas de seguridad ha llevado a muchos migrantes a retomar viejas prácticas, y así buscan entrar ilegalmente al país mediante traficantes o polleros, viajan hacinados en camiones o buscan nuevas rutas por lugares que serían mucho más difíciles y por ende peligrosos, en este selvático estado.
Pero la difícil situación en sus países de origen los impulsa a seguir adelante. “Me da miedo; yo no quiero a regresar a Honduras. Por eso saqué aquí mi permiso para no andar de ilegal. La verdad aquí hay trabajo”, declaró Omar.
La tensa situación en la frontera sur contrasta con la aparente calma institucional en el resto del país, con un presidente, Andrés Manuel López Obrador, que esta mañana celebraba el acuerdo que puso fin a una “semana difícil”.
En el plano macroeconómico, tanto la bolsa como el peso cerraron con ganancias. Especialmente destacable el es avance de la moneda mexicana frente al billete verde, apreciándose 1,9 % hasta las 19,21 unidades por dólar.
Pero el acuerdo ha tenido sus críticos, entre ellos el expresidente Felipe Calderón (2006-2012), quien el domingo lamentó que se vaya a usar al nuevo cuerpo policial en tareas de control migratorio, distrayéndolo de la seguridad pública.
“No es para lo que fue creada (la Guardia Nacional) y menos a imposición de un país extranjero. Eso me parece totalmente indebido, muy lamentable”, dijo el exmandatario al participar en una asamblea de su organización “México Libre”, que busca obtener registro como partido político.