¿Se encontrará “El Chapo” con un acérrimo enemigo en la prisión de máxima seguridad?
Guzmán Loera y Osiel Cárdenas Guillén están encerrados en Florence, Colorado, pero hay un detalle
Guzmán Loera y Cárdenas Guillén están en el mismo complejo penitenciario, pero distintas cárceles. Crédito: PGR
Joaquín “El Chapo” Guzmán Loera fue enviado a la ADMAX de Florence, Colorado, que forma parte de un complejo penitenciario con duros niveles de seguridad.
Aunque se ha dicho que el líder del Cártel de Sinaloa tendría de “compañero” a Osiel Cárdenas Guillén –exlíder del Cártel del Golfo y conocido como “El Loco”, “El Patrón”, “Padrino”, “Memo”, “El Viejón” y “El Mata Amigos”– en realidad estarán en instalaciones distintas.
Cárdenas Guillén está encerrado en la prisión High USP y su número de registro es el 62604-079. La prisión cuenta con 834 internos. Será liberado el 12 de febrero de 2025.
En tanto, Guzmán Loera fue enviado a la ADMX USP bajo el número 89914-053. Dicha instalación cuenta con 380 reclusos. El mexicano pasará ahí la cadena perpetua más 30 años a los que fue condenado el 17 de julio por el juez Brian Cogan.
“El Chapo” estará encerrado 23 horas con una disponible para actividades físicas. En la ADMX USP, conocida como “La Alcatraz de las Rocosas”, los internos deben comer en sus espacios confinados, donde tienen ducha e inodoro, aunado a que las visitas médicas y psiquiátricas se realizan remotamente, a través de teleconferencias. Se espera que la celda de Guzmán Loera tenga una televisión, a través de la cual se brinda acceso a servicios religiosos y programas educativos.
La historia de estos personajes del narcotráfico en México se remonta a finales de la década de los 90 y principios de la del 2000, cuando Cárdenas Guillén evitó que la organización criminal liderada por Guzmán Loera ingresara a su principal centro de operaciones, Tamaulipas.
En 2005, el entonces titular de la Subprocuraduría de Investigación Especializada contra Delincuencia Organizada (SIEDO), José Luis Santiago Vasconcelos, reconoció que las principales muertes por narcotráfico fueron ejecutadas por los grupos criminales de “El Chapo” y Cárdenas Guillén.
Tras su captura en 2003, Osiel –culpable de amenazas contra agentes estadounidenses, tráfico de drogas y lavado de dinero– continuó con sus operaciones, pero las divisiones dieron como resultado a uno de los grupos criminales más sanginarios, Los Zetas, que aún tiene células en varias partes del país, principalmente en Veracruz, donde enfrentan una cruenta batalla contra el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), liderada por Nemesio Oseguera Cervantes, alias “El Mencho”.
Cárdenas Guillén también disputó a los hermanos Arellano Félix –otras grandes enemigos de Guzmán Loera– la plaza de Tijuana, donde al final el Cártel de Sinaloa logró operar, pero actualmente se enfrenta al CJNG.
