¿Te está enfermando la contaminación del aire este verano?

El calor del sol puede ser una parte de aquello que te impulsa a disfrutar del verano al aire libre, pero también puede exacerbar la contaminación del aire, particularmente del ozono.

Es por eso que caminar por la calle o tratar de correr en algunos días particularmente calurosos puede hacer que te sientas como si estuvieras tratando de respirar a través de una almohada. Este también es el motivo por el que es posible que veas alertas sobre la calidad del aire, con consejos para determinadas personas (y a veces, para todos) para que reduzcan su actividad al aire libre y permanezcan adentro.

Las medidas adoptadas para reducir los niveles de contaminación desde 1970 han tenido un enorme efecto, pero esas tendencias hacia la mejora han disminuido en los últimos años, según Kevin Cromar, Ph.D., director del Programa de Calidad del Aire y profesor clínico asociado en el Instituto Marron de Gestión Urbana de New York University.

El número de días de aire insalubre aumentó casi un 14% entre 2017 y 2018 en 35 ciudades importantes de los Estados Unidos, según datos de la Agencia de Protección Ambiental (EPA)

Para comprender mejor lo que la gente debería hacer en estos días y por qué podemos esperar más días como estos, CR consultó a varios expertos en contaminación del aire. Esto es lo que deberías saber sobre la contaminación del aire durante el verano y cómo puedes protegerte.

Comprensión de la contaminación del aire y la salud

La contaminación del aire tiene graves efectos sobre la salud tanto en los pulmones como en el sistema cardiovascular.

Los niveles actuales de contaminación del aire en los Estados Unidos, que son mucho mejores de lo que eran antes de la aprobación de la Ley de Aire Limpio de 1970, todavía son responsables de más de 88,000 muertes al año, según Robert Brook, MD, profesor de medicina de University of Michigan que estudia la contaminación del aire y la salud. Algunos estudios incluso afirman que la cifra supera los 100,000 decesos.

Ciertos grupos (por ejemplo, mujeres embarazadas, niños y personas con afecciones cardíacas y pulmonares) pueden ser especialmente vulnerables a experimentar los efectos nocivos del aire contaminado.

Según un estudio reciente realizado por investigadores de los Institutos Nacionales de Salud (NIH), cuando las mujeres embarazadas estuvieron expuestas a altos niveles de contaminación en la semana anterior al parto, los bebés tenían mucho más probabilidad de ser internados en la unidad de cuidados intensivos. Y en un nuevo estudio publicado en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences, los autores calcularon que, al reducir los niveles del contaminante dióxido de nitrógeno en un 30%, se habrían reducido las tasas de asma de los niños en el sur de California en un 27.6%.

¿Qué tiene de especial el aire del verano?

Existen diversos tipos de contaminantes del aire, pero los expertos suelen enumerar dos categorías principales: contaminación por partículas y por ozono.

La contaminación por partículas, que se compone de partículas microscópicas inhalables emitidas por una variedad de fuentes, puede alcanzar su punto máximo en cualquier época del año, lo cual depende de las condiciones climáticas y la forma en que las personas usan la energía. En la costa oeste de los Estados Unidos, estos niveles pueden aumentar durante el verano debido a los incendios forestales, según John Balmes, MD, profesor de medicina en la Universidad de California, San Francisco, y portavoz médico voluntario de la American Lung Association (ALA).

Pero los niveles de ozono siempre aumentan durante el verano. Eso es porque el ozono es lo que se llama un “contaminante generado de manera secundaria”, según Brook. Cuando la luz del sol llega a ciertos contaminantes, incluidos los emitidos por las centrales eléctricas, las calderas industriales, los aires acondicionados y quizás lo más importante, los automóviles, se crea ozono.

Esos contaminantes se emiten cuando las personas intentan mantenerse frescas y conducen al trabajo; luego estos contaminantes calentados generan niveles de ozono que aumentan durante el día. Estos niveles alcanzan su punto máximo en algún momento de la tarde y comienzan a disminuir nuevamente después de que se pone el sol, según Balmes. Los días largos y soleados tendrán más ozono.

La contaminación por ozono y por partículas está relacionada con enfermedades cardiovasculares y con problemas respiratorios. La contaminación por partículas está más directamente relacionada con eventos como ataques cardíacos, según Brook; mientras que existe más evidencia de que el ozono afecta las enfermedades pulmonares como el asma y la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (COPD), lo que podría ayudar a explicar por qué los problemas respiratorios a menudo se exacerban durante los días calurosos del verano.

¿Está empeorando la contaminación del aire?

De 2015 a 2017, muchas ciudades tuvieron más contaminación de partículas y ozono que las que tuvieron de 2014 a 2016, según el más reciente informe del Estado del aire de la American Lung Association. Esa es la evidencia de que la contaminación podría ir en aumento desde mínimos históricos, y los expertos dicen que tanto los factores políticos como los relacionados con el clima podrían poner en peligro nuestra mejora en la calidad del aire.

Según Brook, los niveles actuales de contaminación del aire en los Estados Unidos son la mitad de lo que eran en la década de 1970, debido a regulaciones más estrictas sobre la contaminación del aire. Sin embargo, todavía tenemos más del doble de muertes por contaminación del aire que de accidentes de tránsito.

“Por eso, es realmente importante que no permitamos ningún debilitamiento de los [estándares] de la calidad del aire”, dice. “Hemos avanzado mucho”.

A pesar de que en la última década, las mejoras en los niveles de contaminación por partículas se desaceleraron, según Cromar, hubo poco o ningún cambio con respecto al ozono.

Según Cromar, los estándares más estrictos sobre combustible y una gran transición para alejarse del carbón como fuente de energía nos ayudaron a llegar a donde estamos ahora. Pero menciona que una posterior mejora en los niveles de contaminación por partículas requerirá regulaciones aún más estrictas, y la reducción de los niveles de ozono requerirá un esfuerzo coordinado del gobierno local, regional y federal.

El plan para revertir los estándares de eficiencia de combustible establecidos por la EPA y la Administración Nacional de Seguridad del Tráfico en Carreteras (NHTSA) “generará más emisiones de los vehículos, lo que generará más formación de ozono”, dice Cromar.

Además, asegura, muchas ciudades grandes que ya tienen altos niveles de ozono tienen poblaciones en crecimiento, lo que significa que un mayor número de personas estarán expuestas al ozono y contribuirán a su formación.

Al mismo tiempo, el cambio climático provocará días más cálidos y soleados y un mayor uso de aire acondicionado, lo que, a su vez, producirá más ozono, según Balmes. También se espera que el calentamiento climático empeore los incendios forestales, lo que creará más contaminantes de partículas finas.

Qué hacer cuando la calidad del aire es deficiente

Existen ciertos pasos que pueden ayudarte a reducir tu exposición a la contaminación del aire, lo cual es particularmente importante en lo que a menudo se llaman los días de acción sobre la calidad del aire (diferentes departamentos de salud usan diferentes nombres). Siempre puedes verificar la calidad del aire local en el sitio web AirNow de la EPA, y tu gobierno local puede tener recursos adicionales o alertas para días específicos. 

  • Consulta el pronóstico. El sitio AirNow a menudo ofrece recomendaciones para días con alta contaminación. Cuando los niveles de ozono son altos, dirán que los niños y las personas con enfermedad pulmonar deben evitar realizar esfuerzos prolongados al aire libre. Si la contaminación por partículas es alta, pueden aconsejar a las personas con enfermedades cardiovasculares que reduzcan su exposición al aire libre. En ocasiones, el pronóstico es tan malo que recomendarán que todos eviten realizar esfuerzos prolongados al aire libre.

  • No omitas el ejercicio, pero intenta hacerlo por la mañana si los niveles de ozono son altos. Para una persona sana, los beneficios del ejercicio generalmente superan los riesgos de la contaminación del aire, según Brook. “Pero es una tontería hacer ejercicio cuando hay contaminantes cuando no es necesario”, dice. Haz ejercicio adentro si la contaminación por partículas es alta. Dado que los niveles de ozono disminuyen en el transcurso de la noche y no se elevan nuevamente hasta que el sol ha tenido tiempo de generarlos, los deportistas al aire libre pueden minimizar los efectos del ozono en los pulmones saliendo temprano, según Balmes. La American Lung Association (ALA) también recomienda mantenerse alejado de las calles concurridas mientras se hace ejercicio, ya que los niveles de contaminación son mucho más altos cerca del tráfico.

  • No empeores el problema. Además, la ALA dice que tratar de limitar tu propia producción de contaminantes puede ayudar: no fumes en interiores, evita quemar madera o basura, comparte el automóvil o usa transporte público, y usa electrodomésticos en lugar de aparatos de gas cuando sea posible.

  • Filtra el aire. Si necesitas pasar tiempo al aire libre, las máscaras que se especifican para filtrar los contaminantes PM 2.5 son efectivas cuando la contaminación por partículas es alta, según Balmes. En interiores, cada vez existen más pruebas de que los purificadores de aire pueden ayudar a disminuir los efectos de la contaminación del aire, según Balmes. En un ensayo reciente, Brook y sus colegas concluyeron que el uso de un purificador de aire en interiores con un filtro HEPA se asociaba con una reducción de la presión arterial, aproximadamente igual a cambiar de una dieta alta en sal a una baja en sal. Consumer Reports realiza pruebas para ver qué tan bien los purificadores de aire portátiles limpian el polvo, el humo y el polen del aire; puedes comprobar nuestras calificaciones aquí.

  • Escucha a tus pulmones. Es útil verificar los niveles diarios de contaminación del aire, pero también debes confiar en tus propia sensibilidad de incomodidad, dice Cromar, ya que cada persona reacciona de manera ligeramente diferente. Él dice que cuando el aire comienza a hacerte sentir mal, es una señal de que debes evitar la actividad al aire libre extenuante.

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