Un enfermero “juega” con la vagina de una paciente dormida
El enfermero afirma que la acusación es desproporcionada
Un enfermero evitó una sentencia de prisión luego de que, según los informes, utilizara la vagina de una paciente como muñeco, como si fuera una marioneta, frente al resto de colegas, que quedaron desconcertados.
Según informa Unilad, el enfermero, William Kennedy, de 58 años, separó los labios vaginales y fingió que la vagina estaba hablando, mientras le realizaba un examen exploratorio a la paciente, que permanecía dormida.
Al parecer, Kennedy movió la vagina de la paciente, que padece una enfermedad terminal y fingió que decía su nombre. Estos hechos le llevaron a ser condenado por maltratar a una paciente que “carecía de capacidad mental”.
Kennedy, sin embargo, cree que la “situación socialmente incómoda” ha sido desproporcionada, y señala al resto de colegas como culpables de una maniobra de desprestigio.
Un panel del Consejo de Enfermería (NMC, por sus siglas en inglés) afirma que Kennedy se comportó de forma fría y despreocupada mientras se discutía el incidente, informa Wales Online. El hombre de 58 años trató de justificar y minimizar el delito … describiendo la reacción como algo desproporcionada, explicando la ausencia de motivación sexual y su propia orientación sexual.
Kennedy recibió una orden de trabajo comunitario por su condena y fue destituido del hospital.
El panel consideró que la condena en el Tribunal de Magistrados de Gwent y el presunto comportamiento denunciado al NMC eran muy graves y generaban preocupaciones reales sobre la seguridad del paciente y la protección pública.
Agregaron que el panel “tenía en cuenta el hecho de que no había habido acusaciones de comportamiento reiterado, pero seguía preocupado dada la gravedad de los hechos”. Por lo tanto, el panel “concluyó que es necesaria alguna forma de orden provisional y penalización por razones de protección pública”.
Ahora mismo, trabaja para el Hospital Royal Gwent, en Newport, y ese centro está al tanto de la condena.
En su nuevo puesto no se le permite realizar exámenes exploratorios “íntimos” o procedimientos clínicos, y no debe estar a cargo de ningún turno.
Kennedy debe ser supervisado durante las horas de trabajo por un gerente, mentor o supervisor, y debe informar mensualmente sobre su práctica profesional y comportamiento.