Atacar cualquiera de nuestros derechos es atacar todas nuestras libertades

Tener control sobre nuestros cuerpos es libertad y es fuerza. El control de nuestro cuerpo es el derecho más fundamental que cualquier ser humano puede tener.

Este derecho es lo que ha motivado a mi organización, Planned Parenthood, a lanzar la campaña Es Mío, Yo Decido. Se trata de decirles a todos lo que que quieran entrometerse en nuestro derecho y nuestras decisiones sobre nuestros cuerpos, salud, vidas y futuros. A ellos les decimos: Es Mío, Yo Decido. Con esas cuatros palabras queremos decirle a la comunidad Latina que ningún gobierno, político, ni sociedad deben decirnos lo que podemos hacer o no con lo que es nuestro.

En los últimos años, nuestra comunidad ha estado bajo ataque por parte de la administración Trump. Ya sea por las duras leyes migratorias que separan a nuestras familias, las nuevas políticas que prohíben que nuestras familias pidan asilo o accedan a cuidado de salud básico, yo he visto cómo todos nuestros derechos están cada vez más en peligro. Planned Parenthood a través de Es Mío, Yo Decido le dice a todos aquellos que nos atacan que no vamos a quedarnos callados ante tantas arremetidas.

Cada año, más de medio millón de latinos vamos a los centros de salud de Planned Parenthood para recibir el cuidado que necesitamos. Cada día entro por las puertas de esta organización, porque creo que nuestros servicios van más allá de un examen rutinario preventivo o el diagnóstico de una enfermedad, es el compromiso de Planned Parenthood de cuidar de nuestra salud sexual y reproductiva, apoyando a nuestra comunidad a través de programas de prevención, educación sexual, y campañas que crean conciencia sobre diversos temas que afectan nuestra salud y derechos.

Durante este año, hemos vistos varias legislaturas estatales implementar distintas leyes para limitar el acceso al aborto. Justamente la semana pasada, la Corte Suprema anunció que revisará una ley de Luisiana sobre el aborto, una restricción casi idéntica a una de Texas que la misma corte rechazó en 2016 y que solo busca impedir aún más el derecho a acceder al aborto legal y seguro. Además, con Kavanaugh en la Corte Suprema, sabemos que el derecho al aborto pende de un hilo más que nunca.

Las restricciones al aborto y demás ataques a nuestro cuidado de salud sexual y reproductiva tienen un impacto desproporcionado en nuestras comunidades. Los latinos tenemos menos probabilidades de tener seguro de salud y es mucho más probable que nuestros ingresos sean menores. Juntos, estos factores representan un peligro para la salud de nuestras comunidades.

Y no se trata solo del aborto. Las latinas enfrentamos muchas barreras para el cuidado de la salud. Esto conlleva a tasas más altas de embarazo no deseado entre nuestros adolescentes y de infecciones de transmisión sexual, así como el mayor porcentaje de cáncer cervical de cualquier sector de la población en el país.

Para nuestras hermanas indocumentadas, el acceso a la atención médica es casi imposible debido a la forma inhumana en la que se aplican las leyes migratorias en este país. Eso tiene que cambiar.

Siempre digo que un ataque a uno de nuestros derechos es un ataque a todos nuestros derechos. Es Mío, Yo Decido es nuestro grito de guerra. Cuando nuestros derechos están en peligro es momento de unir nuestras voces en un canto de lucha para decir ¡YA BASTA! Mi cuerpo, mi futuro, mi vida––ES MÍO y yo decido.

Para más información puedes visitar: EsMioYoDecido.org

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