Estudiante tomó píldoras para bajar de peso y murió
Es muy peligroso seguir una dieta sin la supervisión médica y no se deberían tomar suplementos dietéticos sin el conocimiento de un profesional de la salud
Lindsey Bone, de 20 años, que había estado tomando pastillas de vinagre de sidra de manzana, fue encontrada muerta en su habitación por sus compañeros de piso.
Bone era una estudiante prometedora, que sin embargo estaba a disgusto con su figura y por eso seguía una dieta extrema para perder peso. Quería estar más flaca ante de irse de vacaciones, según ha informado una investigación de acucerdo a The Mirror.
La joven había estado ayunando y tomando un suplemento para bajar de peso, además de las pastillas de vinagre de manzana. Sin embargo, tras la investigación del forense, se declaró que su muerte era un misterio ya que no se pudo encontrar una razón clara.
La forense, Veronica Hamilton-Deeley, corroboró que Lindsey había seguido un estricto plan de dieta que incluía ayunar y tomar regularmente pastillas de vinagre de sidra de manzana, que se anuncia como un “supresor natural del apetito”, además tomaba un “suplemento para bajar de peso” hecho de triturado de manzanas destiladas y fermentadas.
Jamie, el prometido de Lindsey, informó a las autoridades que Lindsey estaba más ansiosa de lo habitual por unas próximas vacaciones que iba a tomar y que por eso estaba decidida a bajar de peso.
Cuando otra forense, Claire Rogers, visitó su habitación poco después de haber sido encontrada muerta, encontró un diario de alimentos que contenía reglas como “no comer más de 1,200 calorías por día”, “carbohidratos solo una vez al día”, “quédate en el biblioteca y no comas” y “toma tu maldito vinagre de manzana “.
El cuaderno incluía comentarios en los que ella era “muy negativa consigo misma”, informó la Sra. Rogers.
Un oficial de policía también encontró “píldoras de dieta” en la habitación.
El cuerpo de Lindsey fue examinado por la patóloga Dra. Catherine Guy y la mayoría de las pruebas arrojaron resultados “normales”.
Todo lo que se encontró en su sistema fueron antidepresivos que se le habían prescrito y medicamentos para la ansiedad. Ninguno excedía la “dosis terapéutica normal”.
Según las notas del médico de cabecera, Lindsey todavía se sentía ansiosa pero podía hacer las actividades diarias, estaba comiendo bien y no tenía pensamientos de terminar con su vida.
Su muerte es para todos un misterio, las dos únicas conclusiones que e puedan sacar es que se produjera por muerte natural o que se descubriera que algún suplemento hizo reacción con alguno de los medicamentos.