¡De telenovela! Anulan condena porque jurado se enamoró de testigo durante juicio de pandillas en Nueva York
Dijo que era “simplemente un ser humano que había cometido un error”. Ahora quieren casarse
Una telenovela judicial nació y está en planes de terminar en una boda, luego de que una mujer miembro del jurado se enamoró de un testigo preso que conoció allí mismo en el tribunal de NYC.
Tysheem McGregor se sentó hace dos años en el banquillo, acusado de haber participado en una guerra entre pandillas en el barrio neoyorquino de Harlem.
El joven fue sentenciado a 15 años de prisión tras un juicio por intento de asesinato, asalto, posesión de arma de fuego y conspiración. La condena, sin embargo, acaba de ser revocada por el romance que floreció durante el proceso.
En junio de 2017, la fiscalía llamó al declarar a Xavier Classen como parte del acuerdo de cooperación. Era un pandillero rival, que se encontraba también en prisión por otros cargos.
La acusación lo utilizó para identificar al acusado en un video de vigilancia de uno de los tiroteos.
Lo que nadie esperaba es que la mujer, miembro número 6 del jurado y cuya identidad no se ha revelado, se sintió de inmediato atraída por ese testigo cooperante, informó The Washington Post.
Ella le escribió una primera carta justo al comenzar las deliberaciones en la que se identificó como “la del cabello rubio con el moño” y le facilitó su teléfono para que la contactara, de acuerdo con los documentos judiciales. Classen la reconoció “de inmediato”.
El testigo reconoció luego ante los fiscales que, antes de conocerse la sentencia, había recibido medio centenar de cartas románticas de la jurado número 6.
Hablaron por teléfono hasta cuatro veces al día y ella fue a visitarle a la cárcel. Los sentimientos fueron creciendo y el testigo escribió al juez para que le ayudara a obtener un permiso de matrimonio. Ella, por su parte, también pidió a la fiscalía que le redujera la pena por su cooperación en el juicio a McGregor.
Por eso justamente las alarmas se activaron en ese momento. Era evidente que ni el testigo ni la jurado querían ocultar su relación.
El momento de la sentencia se acercaba. La Fiscalía entró en contacto con la defensa y se inició una investigación del romance. El juez Robert Stolz celebró una audiencia, durante la que la mujer dijo que era “simplemente un ser humano que había cometido un error”.
El juicio duró seis semanas y por el estrado pasaron cerca de un centenar de testigos. El jurado declaró culpable a McGregor por haber participado en uno de los cuatro tiroteos que se le acusaban.
La conducta imprudente de la jurado no fue suficiente en un primer momento para que se aceptara la moción de anulación presentada por la defensa y se mantuvo la condena.
La corte de apelaciones, sin embargo, está en desacuerdo y en una decisión unánime concluyó que la mala conducta de la jurado fue “flagrante” y “deliberada”.
La mujer declaró que era plenamente consciente de que no debía haber entrado en contacto con ninguna de las personas que participaron en el juicio y aseguró que no habló con los miembros del jurado sobre su relación con el testigo de la acusación.
“Me sentí mal por alguien que realmente intentó cambiar su vida”, explicó al magistrado, al tiempo que señaló que “obviamente había una atracción física”.
Ahora la pareja sigue tratando de poder casarse. La boda, en todo caso, no será posible hasta que Classen cumpla condena y sea liberado en marzo de 2021, de acuerdo con la fecha que aparece en los registros del Departamento de Prisiones de la ciudad de Nueva York.
A courtroom love story: Gang member’s conviction tossed after juror sought to marry prosecution’s witness https://t.co/5dOTK8tVPa
— The Washington Post (@washingtonpost) November 22, 2019