Cómo reparar tu mismo un toma de corriente cuando los enchufes quedan flojos
Harto de que tus conexiones se caigan, tenemos la solución.
¿Has notado que tus aparatos eléctricos comienzan a fallar específicamente por una de tus tomas de corriente o incluso no sostienen la clavija que conectas? Este problema tiene una solución muy sencilla que puedes resolver tú mismo.
Lo único que necesitas es: un destornillador de cruz, uno plano, un medidor de voltaje, unas pinzas para presión y una lija.
Antes de realizar cualquier trabajo, sé precavido y quita la corriente de tu hogar. El corte de suministro eléctrico usualmente está ubicado a un costado del exterior de tu casa. Previo a realizar cualquier desmontaje del enchufe, revisa que no haya corriente con tu medidor de voltaje.
Cabe mencionar que en algunos blogs o páginas sobre electricidad, hay personas que realizan un método poco ortodoxo para apretar las pastillas de metal internas que, en algunos casos, suele ser suficiente por el momento, sin embargo, el resultado puede durar poco y, a la larga, afectar tus aparatos eléctricos. Por ello, lo más conveniente será desmontar el enchufe por completo para tener una solución más efectiva.
Existen tomas de corriente sencillas donde el plástico está empotrado a la pared directamente, haciendo visible sus tornillos y más simple su retiro. Sin embargo, hay otros tipos de conexiones donde sus tornillos están ocultos por seguridad. Para éstos, con el destornillador plano, se hace palanca en uno de los costados de la tapa principal para dejar al descubierto los tornillos que fijan el enchufe (con frecuencia, es una placa de metal sostenida a la pared) y se pasa a su retiro.
Cuando el cuerpo de plástico o la placa de metal está desmontada, se debe tener especial cuidado en qué cables están conectados a cuáles tornillos. El sistema de cableado está señalado por colores que pueden variar, por lo que es importante tener consciente cómo van para poder instalarlo de manera adecuada. Un cable, usualmente negro, es la fase; uno blanco es el neutro y el verde es la tierra. Si no tienes precaución en este punto y haces consciente la forma en la que están distribuidos en la corriente eléctrica, puedes generar un serio problema a la instalación de tu hogar.
Prosigues con quitar los tornillos que sostienen los cables antes mencionados para poder liberar el enchufe completamente.
Teniendo a la mano tu enchufe, se debe revisar si el pedazo de plástico que recubre las pastillas que sostienen las clavijas se saca a presión o están fijos por una placa de metal. Si es a presión, suele ser un plástico que en la parte trasera (aquella que va interna a la pared) tiene una forma de dientes que, al momento de apretar, permiten su liberación dejando al descubierto las placas de bronce hembras; si no es así, entonces hay una placa de metal que mantiene fijo esta parte por medio de otros tornillos, por lo que se debe realizar su desmontaje para liberar las mencionadas pastillas.
Estas placas de metal de bronce del enchufe son las causantes del problema porque no logran sostener las conexiones, para ello, puedes comprobar cada una de estas piezas con alguna clavija para confirmar que no se mantienen firmes.
Aprovechando que has desarmado tu instalación, puedes lijar la pieza de bronce para mejorar el flujo eléctrico. Ahora, con tus pinzas, aprieta el metal para que pueda sostener las clavijas; si quedaron muy juntas, con tu desarmador plano haz palanca para separarlas un poco. Repite este proceso cuanto sea necesario hasta que las conexiones no queden ni muy apretadas, que sea complicado meterlas, ni muy flojas, que hagan que se liberen con facilidad.
Cuando consideres que todas están a la medida de tus necesidades, comienzas la instalación de manera inversa a cómo retiraste tu enchufe, reactivas la corriente eléctrica de tu hogar y confirmas que has realizado un excelente trabajo.
Si el problema persiste, será conveniente cambiar todo tu enchufe por uno nuevo, repitiendo el procedimiento de montaje y desmontaje del mismo.