Pareja se va de luna de miel al Caribe colombiano y los asesinan a sangre fría
Un gran sueño que terminó en tragedia
Natalia Jiménez y Rodrigo Monsalve, los recién casados que viajaron de Bogotá a la zona caribeña de La Guajira para celebrar su luna de miel, habrían sido asesinados como resultado de un robo, aunque se examinan otras hipótesis.
“Ni la camioneta ni las pertenencias de la pareja aparecen, lo que nos hace pensar que fue un crimen perpetrado por grupos delincuenciales dedicados al robo que operan en esta parte rural de la ciudad. No descartamos otro motivo, por lo que seguimos investigando”, manifestó el coronel Gustavo Berdugo, según citado por el diario El Tiempo.
De hecho, la camioneta Ford negra en la que viajaban aún no aparece.
“El hombre y la mujer tenían capuchas en la cabeza y estaban amarrados de las manos. Al parecer fueron asesinados con tiro de gracia”, agregó el oficial sobre las condiciones en que fueron encontrados los cadáveres de Jiménez y Monsalve, ambos antropólogos.
Sin embargo, aún no se ha establecido si murieron de asfixia mecánica o por los tiros que recibieron.
Según el portavoz de la Policía Metropolitana, fue un campesino quien avisó sobre el hallazgo de un hombre y una mujer sin vida en la vereda Perico Aguao, jurisdicción del corregimiento de Guachaca. Los cuerpos estaban “en avanzado estado de descomposición”.
Las autoridades no descartan que grupos del narcotráfico hayan sido los responsables del acto.
“Hay una presencia ahora del Clan del Golfo intentando ocupar este territorio, pero digamos que no es normal tener hechos de delincuencia común en esta zona. (…) No es normal que se ataquen a personas que van en calidad de turistas. Ahí hay homicidios, pero son homicidios perpetuados por una u otra estructura (criminal)”, indicó a Blu Radio el alcalde de Santa Marta, Rafael Martínez.
Por su parte, Clara Solano, directora ejecutiva de la Fundación Natura en la que laboraba Jiménez, desmintió que existiera algún tipo de amenaza en contra de las víctimas.
“No teníamos ninguna amenaza, ni Natalia, ni la fundación”, explicó a la misma emisora Solano, quien además afirmó que la organización no trabaja cerca de Palomino o del Parque Tayrona.
“Natalia no trabajaba en esa zona (Palomino), ella trabajaba con nosotros en otras zonas del Magdalena y Córdoba. El lugar del asesinato de Natalia no corresponde a su lugar de trabajo. No había amenazas de ningún tipo. Ella era ecóloga y fue contratada como gestora territorial”, agregó Solano.
En la última conversación con su hija, Jaime Jiménez, padre de Natalia, había escuchado sus gritos y la amenaza de un individuo que le advertía que la iba a matar.
“No nos hagan daño por favor’, dijo mi hija cuando hablaba conmigo. En ese momento la llamada se interrumpió y no volvimos a saber de ellos”, expresó el padre, quien inició una búsqueda con los demás familiares que finalizó este lunes cuando los cuerpos fueron hallados.
La pareja se casó mediante un ritual indígena el 14 de diciembre, luego de 12 años de relación. La ceremonia se realizó en playa Elizabeth, ubicada en Palomino, un lugar que le fascinaba a la colombiana. Los esposos estaban desaparecidos desde el viernes pasado.