Viven adolescentes en la pandemia con su vida amorosa de cabeza
Hoy más que nunca, recomiendan expertos, los padres deben ser empáticos con sus hijos
En esta pandemia en que todas las familias deben permanecer en casa por su propia seguridad, los adolescentes no se salvan de vivir su propio calvario, sobre todo aquellos que tienen una relación sentimental que por el momento se limita a ser un amor de larga distancia.
Privados de sus clases presenciales, de su vida social y sobre todo de sus relaciones sentimentales, los menores de edad están pasando por un momento por demás desesperante al no poder disfrutar de su juventud como cualquier chico de su edad lo hacía antes del coronavirus.
Frente a esta situación de los jóvenes, los padres de familia están preocupados en cómo convencerlos de proteger su vida, seguridad y salud permaneciendo en casa, pero también les duele ver el sufrimiento de sus hijos. Hoy más que nunca, recomiendan expertos, los padres deben ser empáticos.
“Hay que reconocer que tienen deseos y necesidades (físicas y emocionales), el lugar que ocupa el novio es mucho más importante porque las relaciones sociales les dan equilibrio a ellos (en su vida). Habría que ayudarles a pensar y a reflexionar cuáles pueden ser las maneras de ‘estar’ con las parejas”, señaló la investigadora de la Universidad de Guadalajara, Ana Cecilia Morquecho, al Heraldo de México.
Para seguir adelante con sus vidas y sin tener más problema, los padres de familia deberían ayudar a más a sus hijos con tranquilidad y empatía, explicando los riesgos de vida o muerte que significaría lo respetar la cuarentena.
“Tenemos que platicar con ellos para flexibilizar los momentos y las formas de compartir. Pensar que además del gusto de verse, que es un sentimiento muy legítimo y muy real, están los riesgos y están las otras familias, los padres del novio o de la novia y los riesgos de contagio. Hay que invitarlos a respetar la contingencia y que cada uno de los integrantes de la relación también pertenece a un grupo social de una familia que establece sus propios acuerdos”. explicó Morquecho.
Si bien muchos de ellos ni siquiera tienen licencia de conducir para viajar a ver a sus parejas en coche, los adolescentes buscan abrirse camino para no caer en complicaciones sobre su situación sentimental, pero incluso la investigadora recomendó alentarlos y comprenderlos, o bien hablar juntos como familia para buscar formas de acercamiento.
“No habría que negarle la posibilidad del encuentro, habría que reflexionar con ellos. ¡No hay que evitarles el contacto con la pareja! Hay que invitarlos a pensar nuevas maneras de estar cerca y que evalúen la necesidad de estar conjuntamente”, finalizó Morquecho.