Arsénico, plomo y otros metales en alimentos para bebés, ¿cómo reducir su consumo?
Evita jugos, leche de arroz y jarabe de arroz
Algunos de los metales más comunes perjudiciales para la salud que entran en los alimentos, según la Administración de Drogas y Alimentos de los Estados Unidos (FDA), incluyen arsénico inorgánico, plomo, cadmio y mercurio.
Los metales perjudiciales mencionados no tienen un beneficio para la salud establecido, y se ha demostrado que causan enfermedades, deterioro y, en altas dosis, la muerte. Las afectaciones dependen además de la cantidad de ingesta, de la edad y etapa de desarrollo de una persona.
La FDA limita los metales nocivos en los alimentos en la mayor medida posible. Los contaminantes no se han agregado intencionalmente a los alimentos, muchos de ellos pueden ingresar desde el medio ambiente, el aire, agua y suelo contienen metales. También pueden entrar en los alimentos desde la fabricación y el envasado de alimentos.
Recomendaciones para reducir el riesgo de demasiados metales en bebés y niños
Estos son algunos pasos que sugiere la Academia Estadounidense de Pediatría (AAP) a través de Healthy Children:
Sirve variedad de frutas y verduras
No jugo. Ofrece a los niños pequeños rodajas o puré de frutas enteras en lugar de jugo.
La variedad de alimentos saludables ricos en nutrientes esenciales puede reducir la exposición a metales y otros contaminantes que se encuentran en algunos alimentos.
Precauciones con el arroz
Usa mucha agua al preparar arroz. El arroz tiende a absorber más arsénico del agua subterránea que otros cultivos. Al prepararlo, usa al menos 6 tazas de agua por taza de arroz, y drena bien para ayudar a reducir cualquier arsénico que pueda estar presente.
No abuses del cereal de arroz. El cereal de arroz fortificado con hierro es una buena fuente de nutrientes, pero no debería ser la única fuente de un bebé.
Evita usar leche de arroz y jarabe de arroz integral que suele usarse como edulcorante en alimentos procesados para niños pequeños.
Revisa el agua del grifo
Si usas agua del grifo para la fórmula o cereales, vale la pena hacer pruebas. Los metales pueden entrar al agua del grifo, especialmente si proviene de un pozo o pasa a través de tuberías más antiguas que pueden contener plomo.
Leche materna si es posible
La lactancia materna, en lugar de la fórmula, también puede ayudar a reducir la exposición a los metales. La Academia Estadounidense de Pediatría (AAP) recomienda la lactancia materna como la única fuente de nutrición para su bebé durante aproximadamente 6 meses.
Elige pescados con bajos niveles de mercurio
El pescado es una excelente fuente de proteínas y otros nutrientes que los niños necesitan. Son importantes para el crecimiento y el desarrollo durante el embarazo y la primera infancia. Solo debes elegir aquellos que tienen bajos niveles de mercurio y otros contaminantes. Entre las buenas opciones están el atún claro (sólido o en trozos), salmón, bacalao, pescado blanco y abadejo.
Comer demasiado pescado contaminado con mercurio puede dañar el sistema nervioso en desarrollo de un niño.
No expongas a los niños al humo de tabaco ni cigarrillos electrónicos
El humo puede exponer a los niños a metales como el cadmio y el plomo. El humo de segunda mano también contiene productos químicos nocivos que pueden aumentar el riesgo de cáncer.