Sonera Surrealista debuta con “Munchie Sexual”
Musaraña, el Nuevo Proyecto Musical de Maria Laboy y Andrés Rigau, Rompe Barreras de Género, Musicales y Mentales
En lo que es el primer lanzamiento musical independiente de la Sonera, María Laboy y el productor Andres Rigau, han creado un nuevo género musical latinx–Despojo--que altera las percepciones actuales de la música latina y el papel de las intérpretes femeninas en la escena musical del momento.
Munchie Sexual, el primer sencillo de la banda de su próximo álbum Musaraña (jerga puertorriqueña para pensamientos al azar o una mente distraída), es un viaje explosivo latinx surrealista de todos esos pensamientos y sentimientos al azar que se incuban cuando se acumulan nuestros deseos sexuales.
Todo el concepto evoluciona de lo que Maria Laboy identifica como una escasez dentro de la industria de la música latina de artistas contemporáneas que hagan música movida bailable percusiva en español que represente a la generación actual. Si bien las artistas de música latina están bien representadas en otros géneros como trap, hip hop y pop, desde los tiempos de Celia Cruz, Iris Chacón y La Lupe, los Estados Unidos no ha visto una “sonera” moderna.
Musaraña se propone corregir esta realidad con un nuevo género de música latina bailable que da vida a un sonido futurista similar al soneo/rumba para la generación millennial de hoy con una perspectiva de poder femenina y neutralidad de género.
“Hace unos años estaba sintiendo todo el peso del mundo en mis hombros y fui al círculo de baile y tambores consagrados cubanos en el Parque Central en NY, que tiende a ser predominado por hombres, y me metí en el centro y comencé a bailar. El bailar al son de estos tambores fue una experiencia espiritual surrealista. Puedo decir profundamente que algo que no había sentido antes se despertó en mí. La idea de un nuevo género que tocara a otras personas de esta manera tan profunda, que se remontara a nuestros ancestros y que también se mantuviera firme en el presente y el futuro, nació.” Laboy compartió.
“Cuando miras alrededor, nuestra generación se está enfrentando a unas amenazas financieras, políticas, humanitarias y ambientales bastante aterradoras. Quería un sonido que no solo pusiera a la gente a bailar, sino que también les ayudara a liberar el sufrimiento de forma profunda y todo lo que les pesa, que los envolviera en gozo. Quiero que el Despojo se sienta como esta completa liberación sensual y del alma. Esa sensación que tienes después de haber conectado de manera bien verdadera y auténtica durante el sexo. Esa es la sensación que quiero capturar con mi música,” agregó.
María, oriunda de San Juan, Puerto Rico, comenzó su carrera como artista entrenando junto a la icónica familia Cepeda de Santurce. Una vez en Nueva York, amplió su trabajo para imitar a la diva Iris Chacón, y ya ha ganado alta experiencia frente al público desde El Barrio en Nueva York hasta los Latin Grammy’s en Las Vegas.
Para presentar completamente Despojo al mundo, Laboy y Rigau lanzarán más adelante este año a Musaraña, un álbum que explora y captura las preocupaciones de los Millennials Latinx con el patriarcado tradicional, las desigualdades y el sentido general de impotencia y les da un giro surrealista. Con canciones como Munchie Sexual, Diamante, Ropa Sucia, Invento y Despojo, Musaraña ofrece una especie de afirmación para el diario vivir intencionadas a desplazar la mente, empoderar y mover al público.
Coproducido por Maria Laboy y el compositor puertorriqueño, Andrés Rigau, Musaraña interpone géneros como salsa, perico ripiao, reggaeton, bomba, plena, merengue, samba, con arreglos psicodélicos/electrónicos y futuristas.
“Las canciones deconstruyen formas, estructuras y sonidos de la música latina tradicional, rompiendo las reglas estándares de composición y arreglos musicales. Dada mi formación musical, ha sido toda una aventura romper las reglas y empujar los límites de lo que nuestro cerebro y nuestros oídos están acostumbrados a procesar”, compartió Rigau, productor, compositor especializado en guitarra y sonidos caribeños.
Una imagen visual latinx surrealista refuerza este sonido y un enfoque lírico sobre temas actuales que se unen para producir una experiencia única para despertar la mente inconsciente, lo que Laboy llama el efecto “tostones con alas” (plátanos fritos voladores).
Su álbum, que se lanzará este año, interrumpe nuestra charla mental cotidiana, ofreciendo un bálsamo curativo, una especie de rezo moderno, en forma de música movida y baile, un tipo de vehículo para dejarlo todo ir. Un Despojo.